Carta para mi querido Juano

  La carta es uno de los canales de comunicación que se empleaba con regularidad antes de la evolución tecnológica y, a pesar de que su eficacia no tenía efecto inmediato, en su momento ayudó a mantener la interacción a larga distancia.

  Escasamente he acudido a este recurso, pero me parece una dinámica interesante. Por ello, hoy me complace compartir con ustedes mi carta para un amigo siguiendo las instrucciones de nuestra amiga @inspiracion . Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  Querido Najib, o mejor dicho, mi entrañable Juano; espero te encuentres muy bien en todos los aspectos. Cuánto tiempo sin saludarte; algo que me sorprende, porque no debimos haber llegado a este punto, pero entiendo que las diversas ocupaciones que ambos hemos tenido desde que concluimos nuestro ciclo universitario, nos llevaron a esto.

  Hace menos de un mes se cumplió un año más de la última vez que nos vimos presencialmente y, escribiendo estas líneas, ratifico que, el tiempo es inclemente; en mi mente, es como si solo han transcurrido dos días de ese encuentro. Sin embargo, estamos hablando de seis años; es decir, más de lo que duró nuestra carrera universitaria.

  Pensar en el ciclo universitario, es indicio seguro de que recordaré las aventuras que vivimos cuando éramos estudiantes soñadores. A veces, cuando navego en Instagram, veo que en España lograste tu sueño de ser animador de un programa de entretenimiento y, me alegro inmensamente de ello, porque sé cuanto te apasiona ese mundo. Te cuento que, cada vez que voy al estudio de TV en la universidad, inmediatamente recuerdo el programa que creamos para la asignatura Producción Audiovisual y, justo esa materia fue la encargada de ratificar que tu pasión era estar frente a las cámaras y la mía, detrás; siendo esto algo mágico, ya que a pesar de tener preferencias diferentes, sabíamos apoyarnos y complementarnos muy bien.

  Te confieso que, hasta el momento, no he logrado hacer un match tan perfecto como el que hice contigo. Esto me enseña que, cada amistad es única y, tú te cruzaste en mi camino para enseñarme eso. ¡Claro! Tuvimos que vivir este distanciamiento para comprenderlo e incluso, darle más valor a tu amistad.

  ¡Mil gracias! Por tu apoyo incondicional en la universidad. Estoy convencida de que esos cinco años no hubiesen sido igual, sin ti e incluso, mi papá siempre dice que en ese ciclo fuiste un protector, porque siempre estabas allí asegurándote de que no iba a correr peligro y, a esas declaraciones, le agrego que tu amistad fue y sigue siendo muy especial para mí, ya que me ayudaste a mantener mi salud mental y como bien sabes, la ansiedad después de la depresión, buscaba en hacer estragos conmigo, pero tú estabas allí para ejecutar tu superpoder de Juano.

  Como siempre te decía, eres un amigo Único en tu especie y, ya que estoy redactando estas líneas, pienso que sería encantador recuperar esa comunicación que teníamos, porque al final de todo, lo único que ha cambiado es que ahora estamos en países diferentes, lo demás, sigue allí y nunca es tarde restablecer la comunicación.

  Te recuerdo con muchísimo cariño y, más que mi amigo, también fuiste el hermano que la universidad me obsequió. Espero que en algún momento también podamos tener la oportunidad de compartir presencialmente de nuevo y, cuando eso suceda, comernos unas arepas rellenas con Dorito, porque ese relleno, aún no pasa de moda en mi paladar por muy licenciada que ahora sea.

  Me despido con la ilusión de que restableceremos nuestra comunicación. Hay mucho por contar y, cariño por demostrar. Cuídate, sigue brillando como la estrella que eres... ¡Hasta pronto mi Juano!

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

^{Las imágenes presentadas en esta publicación fueron extraidas de mi galería personal}