En el día de las Madres unas fotos de mí Mamaita querida
Ella es Georgina Souza, tiene 76 años, toda un avisa a cuestas, con sus dificultades, sus retos y oportunidades superadas, una vida vivida con inmenso amor, paciencia, dedicación, cariño y entereza. Siempre mirando y sacrificándose en pro del bienestar de nosotros, las cuatro bendiciones que el Altísimo le dió como dádivas suprema.
Por el amor de mi madre, incondicional y constante, soy buena parte de quién soy, más allá de mis limitaciones y defectos. Pues ella, como sus palabras siempre cautas, siempre amables y llenas de cariño y muchas veces paciencia, ha logrado formar a sus hijos, conforme a los valores y principios morales, haciendo de nosotros, muchachos traviesos y a menudo renuentes, unos hombres hechos y derechos, viva imagen de su carácter y de hechura.
No existen palabras para describir el inmenso amor que te profeso, ni el respeto inabarcable que siento cada vez que te eschucho hablar, con esas palabras comedidas, suaves y siempre sabias.
Madre solo hay una. Esa eres y serás tú.
Le doy inmensas gracias a Dios porque, de todas las madres que la providencia pudo depararme, Dios me obsequió con la mejor madre que un hijo pudiese tener: Tú, Georgina, madre mía.