Querida familia de Steem Venezuela...

Quiero compartir con ustedes cómo transcurrió mi día, del 28 de abril de 2024. Al despertar, agradecí a Dios por un nuevo día y luego seguí mi rutina de aseo personal.

Les cuento que hoy se cumple un año y cinco meses desde que no tengo físicamente a mi lado a mi papá, un tiempo que ha sido extremadamente doloroso para mí. Aún me resulta difícil aceptar su ausencia; nunca imaginé que su partida me dolería tanto. A pesar de las palabras de mi papá pidiéndonos que siguiéramos adelante sin llorar, me resulta complicado contener mis lágrimas, ya que soy muy emotiva por naturaleza.

Su ausencia se hace sentir profundamente, y su falta es inmensa en mi vida. Aunque mi tristeza es abrumadora, he aprendido a mantener una apariencia alegre frente a mi familia y a ser fuerte, a pesar del dolor que siento. Además, tengo que ser más fuerte por la situación que nos ha tocado vivir con mi hermano, pero súper agradecidos porque está vivo y con nosotros.

A las 8:40 a.m., me dirigí al hospital, caminando desde mi casa hasta la parada que se encuentra frente a la Catedral de Cumaná. En ese trayecto, aproveché para capturar una foto desde el autobús, lamentando no haberlo hecho mientras esperaba en la parada.

_{La Catedral de Cumaná.}

Llegué al hospital alrededor de las 9:02 a.m., afortunadamente sin necesidad de subir los 8 pisos de escaleras para llegar a la habitación de mi hermano. Me encontré con la exesposa de un primo que trabaja en el hospital, quien amablemente me ayudó a pasar al ascensor debido a que no disponía de un pase, aunque en las mañanas solo permiten el acceso al personal del hospital y a los médicos hasta cierta hora, así tengas el pase.

_{Llegando al hospital.}

A las 11:30 a.m. bajé a buscar en el estacionamiento unos medicamentos que un amigo de mi hermano Alberto le llevó. A las 2:00p.m. me tocó volver a planta baja, esta vez a buscar el almuerzo y la cena de una vez. Subí feliz porque tenía la comida y ya sentía mucha hambre.

_{En el estacionamiento del hospital esperando la comida.}

A las 5 p.m. mi esposo me fue a buscar al hospital y se quedó conmigo hasta que llegó mi cuñada a las 6:10 p.m. y Ale el amigo de mi hermano, que había llevado a mi cuñada nos hizo el favor de traernos a nuestra casa. Realmente, toda la familia está profundamente agradecida con él, ya que nos has brindado un gran apoyo desde el momento del accidente.

_{Con mi esposo.}

Al regresar a casa a las 6:30 p.m., decidimos ir a la panadería Fátima para comprar pan para nuestra cena. Durante el camino, nos topamos con un gato que nos observaba con curiosidad, lo cual me pareció encantador y decidí capturar el momento en una fotografía, pero el animalito se fue muy rápido así que no pude tomarle una foto. Seguimos nuestro camino, y nos encontramos con un perro que, a pesar de su probable belleza, me pareció descuidado y sucio.

_{El perrito que encontramos camino a la panadería.}

_{Llegando a la panadería Fátima.}

Logramos comprar los panes para la cena y nos regresamos enseguida a casa. A las 8 p.m. vi que había tiempo de lluvia y como pude me monte en un banquito y tome una foto, rogando que no lloviera en la noche porque a muchas personas se les moja su casita.

_{Así estaba el cielo.}

Las actividades cotidianas pueden traer consigo momentos de tranquilidad y belleza, incluso en los días más difíciles. A pesar del dolor por la ausencia de mi papá, encuentro consuelo en las pequeñas cosas y en el apoyo de mi familia. Me despido hasta otra oportunidad.