_{Llegando al hospital.}

Me desperté temprano en la mañana con la preocupación de acompañar a mi hermano en el hospital. Después de cumplir con mis rutinas matutinas y preparar el desayuno tanto para mi esposo como para mí, me dirigí al hospital. La situación allá era complicada debido a las restricciones de visita, solo permitiendo la entrada de un familiar por paciente. Implementamos un sistema de rotación entre los familiares para poder estar con mi hermano en todo momento, alternando nuestra presencia de uno en uno.

_{esperando fuera de la emergencia del hospital.}

Al llegar, encontré a mi mamá quien había llegado antes que yo y al ver a mi hermano, se puso a llorar. Afortunadamente, mi hermano logró calmarla asegurándole que se encontraba bien. Durante la noche, mi hermano experimentó dolores intensos hasta que finalmente recibió medicación para el dolor en la madrugada.

Posteriormente, le colocaron una férula de yeso en el pie y en el brazo alrededor de las 11:30 p.m., un proceso que le causó un gran malestar, especialmente en el pie debido a la naturaleza de la fractura.

_{Mi hermano con la férula de yeso en el pie.}

_{Mi hermano con la férula de yeso en el brazo.}

Aproximadamente, alrededor de las 9:30 a.m., mi hermano fue trasladado en ambulancia a la Clínica Santa Rosa para someterse a una tomografía y más radiografías en el pie y el brazo, estas últimas realizadas en el Centro Clínico Universitario de Oriente. Todos estos procedimientos debieron ser costeados debido a que se llevaron a cabo en instituciones privadas, generando así un gasto considerable.

Una vez de regreso en el hospital, surgió un inconveniente al buscar su historia médica, lo que retrasó su traslado a la habitación por tres horas. Finalmente, alrededor de las 3 p.m., fue ubicado en el piso 8 sala 8, luego de que mi cuñada interviniera e incluso mencionara la posibilidad de contactar al gobernador. La doctora que lo estaba atendiendo decía que no le podían poner nada para el dolor, y no podían atenderlo sin la historia.

_{Desde el piso 8 del hospital.</sub}

En medio de toda la tensión, tuve un momento de reflexión mientras estábamos todos reunidos en la habitación, pensando en mi papá, quien era la única persona faltante en ese momento. Éramos mi hermano, mi madre, mis otros tres hermanos y yo, todos partes de una familia unida que nos apoyamos mutuamente en los momentos difíciles. Recuerdo las palabras de mi papá instándonos a permanecer unidos, un consejo que nunca ha dejado de resonar en nuestros corazones.

_{Piso 8, habitación 8 del hospital .}

Más tarde, las 5 p.m., mis hermanos y mi madre tuvieron que abandonar el hospital debido a las restricciones de visitas, quedándome yo hasta las 7:30 esperando a que mi cuñada llegara para relevarme en el cuidado de mi hermano durante la noche. Así concluyó un día lleno de preocupaciones y muestras de amor incondicional dentro de mi familia.

Conoce mis inicios, a través, del logro 1:
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_{Todas las fotos by @nirla tomadas con mi celular Samsung en Cumaná – Venezuela...}

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