Mi Historia Paranormal | La mujer de blanco del Calvario

… en aquel entonces, era yo un jovencísimo patrullero que estaba conociendo la locura de la vida nocturna de la capital, que era muy activa en ese entonces. Aprendí a tenerle respeto a esa parte de la madrugada entre las 12 de la noche y las 3 de la mañana. Era un momento eterno en el que podía pasar cualquier cosa, a pesar de ser solo tres horas.

En ese tiempo lo que se conoce hoy como el Parque Ezequiel Zamora, mejor conocido como El Calvario, estaba en estado de abandono. Sin embargo ya estaba siendo tomado por algunos cuerpos de seguridad, incluido en el que estaba prestando servicio, debido a que estaba dentro del área de seguridad presidencial y a las constantes denuncias de inseguridad que había en horas de la noche.

Cierto día, en la hora maléfica, el espacio de 12 a 3 que les dije anteriormente, un compañero de guardia en el parque mencionado pidió refuerzos, debido a que estaba en persecución de un mujer en actitud sospechosa. Yo me encontraba patrullando en el centro con un compañero y respondimos el llamado. En cinco minutos estábamos en el lugar.

Alcanzamos a ver lo que parecía ser una mujer con un vestido blanco, se desplazaba rápidamente mientras la brisa movía su vestido, pensamos que era algún malhechor disfrazado. Intentamos emboscarlo varias veces por las escaleras del parque pero siempre se nos adelantaba, parecía un atleta olímpico, corría demasiado rápido. Hasta que le perdimos el rastro.

Regresamos hasta la patrulla que estaba estacionada en la parte alta del parque, un poco confundidos por el nivel atlético que tenia esa persona, quizás a uno se le hubiera escapado, pero a los tres era como difícil. De repente el compañero que estaba de guardia en el parque se llevo las manos a la cabeza y solo alcanzo a decir ¡Chamo, la estatua!

Una estatua de una mujer desconocida, que esta en los jardines de la plaza principal del parque, misteriosamente se desapareció. Comenzamos a buscar a ver si algún indigente de los que roban metales hizo de las suyas mientras perseguíamos al sospechoso, pero no había nadie a varias decenas de metros. Ni perros o gatos callejeros se veían. Alguien con una estatua de ese peso no podría estar muy lejos.

Escuchamos la solicitud de refuerzos por la radio de otro compañero en el parque que avisto a la presunta mujer de blanco. Bajamos velozmente por las escaleras y nos lo conseguimos cuando venia de subida, nos pregunto si alcanzamos a verla pues iba por las mismas escaleras donde íbamos bajando, pero no vimos nada.

Retornamos de nuevo a la plaza en la parte alta, mientras pensábamos en como reportar la desaparición de la estatua, era algo muy grave. Cual seria nuestra sorpresa de que cuando llegamos la estatua de la mujer desconocida estaba nuevamente en su lugar. Los cuatro guardamos silencio por unos minutos, luego uno de los compañeros de guardia en el parque nos pidió que los bajáramos hasta la avenida, pues no iba a pasar el resto de la noche ahí.

Le contamos la novedad al supervisor, nos conto de una leyenda de una mujer que fue secuestrada y asesinada por un amante celoso el día de su boda en este sector y desde entonces ella deambula por el parque, dando paseos nocturnos, asustando a los desprevenidos visitantes nocturnos de este antiguo parque. La estatua que había desaparecido fue un monumento póstumo de su familia, para honrar el lugar donde su cuerpo había sido encontrado.

Me cuentan que aun hoy en día, puedes ver desaparecer la estatua a ciertas horas de la noche y aparecer antes de que amanezca y a la mujer de blanco te la puedes conseguir por ahí.