Y El cáncer Tocó La Puerta, Pero No Perdemos La Fe Ni La Esperanza.

Hola estimados amigos! Saludos cordiales y muchas bendiciones a todos.

Para mi, y se que para todos, la familia lo es todo… sentir el calor de la familia es lo máximo. Sentir que podemos conseguir un hombro donde apoyarnos, mucho mejor todavía. Sabemos que en el camino nos conseguimos con amigos que sin darnos cuenta, llegan a formar parte de nuestras familias. También es cierto que entre familia, peleamos, discutimos, nos molestamos… pero como dicen por allí: “La sangre no se vuelve agua”, sin necesidad de decir nada estamos listos para ayudarnos.

Recuerdo de una Familia Felíz

Recientemente en uno de mis post comentaba sobre una visita que le realicé a un tío materno. Y es que desde la cuarentena no nos hemos podido visitar como antes lo hacíamos. Intentamos cuidarnos para prevenir el covid-19, aún estamos ilesos de ese virus, gracias a Dios, pero con lo que no contábamos era que una enfermedad silenciosa había entrado a la familia. Aveces el silencio también es ensordecedor y esta enfermedad no hizo ruido al principio, pero hizo su anuncio sin remordimientos, sin contemplación. Lo que imaginábamos era algo ”pequeño” se convirtió en algo temeroso. Y es que solo mencionar el nombre, para muchos, es terrible. Y si… el cáncer llegó, toco la puerta y se plantó.

Una de las visitas recientes al tío

Pero como todo ser humano, y venezolanos, no nos amilanamos ante nada, ante las adversidades. Se que hay muchas personas que lo han sobrevivido, muchas personas que no dejan de pelearlo.

Al tío Ricardo Emilio le diagnosticaron cáncer de próstata, cadera, huesos pelvicos y columna, un tumor en la vejiga… con metástasis. Es un golpe duro y bajo. Revisando entre los antecedentes familiares maternos, no conocemos ningún caso de algún tipo de cáncer en la familia. Éste será el primero… el primero cercano. Mi tío tiene 2 hijos (hembra y varón), el hijo mayor trabaja en Chile desde hace algún tiempo, la empresa a la cual le trabaja le permitía ir y venir cada dos meses a Venezuela, pero poco tiempo antes de la pandemia ya no podía hacerlo… y con el cierre de fronteras le va a costar venir a ver a su papá… mi otra prima, vive con ellos, con su padres y es la que está llevando y guiando el timón de este barco en aguas turbulentas. Ha sido valiente. Apenas comienza la pelea, apenas está calentando para el enfrentamiento a esta adversidad.

Con mi prima Lena

Ella sabe que no la voy a dejar sola. Ellos saben que los que están fuera del país tampoco los dejaran solos. Sabemos que en estos días están asimilando y digiriendo este trago amargo. Somos una familia creyente en la iglesia católica, de sus tradiciones y costumbres. Y ese será el mayor soporte: Dios. Siempre han acudido a la iglesia en tiempos de prosperidad, de alegrías, de buena salud… ahora, con mayor razón elevaran (y elevaremos) sus oraciones a cada uno de nuestros Santos y Dios Padre.

Preparando algunas cosas para aportar

Desde muy pequeña tengo recuerdos familiares muy agradables que no se borran de mi mente. Con mi tío compartimos chistes, anécdotas, cuentos, historias, travesuras… “Ricardito”, así le dice mi primo, cada vez que mi tio hace una de las suyas.

El tío pasando revista en la preparación de una cena de Navidad

Tío Ricardo, con el que me pongo de acuerdo para preparar una sopa, unas “patas de res guisadas”, unas cotufas, el que me avisa que ya la mata de castañas tiene carga. Creo que de mis cuatro tíos, él y mi el tío Rogers son los más desordenados y osados.

Un día de sancocho

Vienen días duros, pero nos estamos preparando para lo que viene. Va a ser doloroso, lo sabemos, de eso no hay duda. Pero aceptamos la voluntad de Dios y se que él será quien nos de la fortaleza para soportarlo. Lo que es cierto es que no desmayamos ni nos damos por vencidos!

El tío Ricardo Emilio

Siempre hemos estamos en manos de Dios, veremos como pasan los días, como pasan los meses. Creemos que ya tenemos la armadura colocada!!!!

A ustedes, un abrazo... Y Felíz Día del Padre