Los mecanismos psicológicos de recompensa y castigo en el trading y en la vida

Los mecanismos de recompensa y castigo son dos de las cosas más instintivas en el ser humano a nivel general; de hecho, no solo pasa con los seres humanos, sino también con los animales mismos.

A un ratón de laboratorio le enseñas a que toque un botón y le das un poco de queso cada vez que lo hace, y presionará el botón a cada momento, mientras que si le pones un casco que le de un pequeño impulso eléctrico que le duela y le enseñas a que eso sucederá cada vez que hace algo o que presiona un botón, dicho ratón evitará hacer ese algo, o presionar dicho botón. Eso en palabras simples es en lo que consiste el mecanismo psicológico instintivo de todos los animales del planeta; incluidos los humanos.

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Dado que el ser humano un animal racional ¿cómo puede caer en el mismo plano psicológico de los animales irracionales?

Es una pregunta que usualmente me hago a mí mismo cuando estoy operando en los mercados y veo a traders reaccionando mal y obteniendo pérdidas por no saber controlar sus impulsos más básicos; e incluso cuando estoy operando y siento esos impulsos yo mismo.

El ser humano puede actuar racionalmente gracias a que tiene un cerebro racional, aparte del cerebro primitivo; la cuestión por la que puede elegir actuar pensando o no, es meramente psicológica, es meramente dependiente de sus decisiones y de su nivel de consciencia respecto a este hecho.

La diferencia entre dejarse llevar por la mente racional y por la mente primitiva

Para hablar solo en el caso de los humanos, como ya dije, los mecanismos psicológicos de recompensa y castigo que tenemos son comunes a todos los humanos; entonces, ¿Por qué hay traders que obtienen éxito y otros que no?

Ganar y perder son dos cosas normales en el trading, hay que estar claros en eso; pero la frecuencia con que un trader gane o pierda en los mercados habla de la eficacia de su operativa y exactamente demuestra cuál mente es la que le guía durante sus operaciones: Si la mente racional, o la primitiva. Para explicarlo mejor, pongámoslo de la siguiente manera:

En cuanto a los que ganan en los mercados de manera frecuente, es porque saben controlar sus impulsos básicos, guiándose solo por su mente racional, dejando de lado emociones e impulsos básicos; esto les lleva a una mayor eficacia en sus operativas.

En cuanto a los que pierden frecuentemente en los mercados, es porque suelen dejarse llevar por los impulsos de su mente primitiva y cometen errores al operar, o sea, entran al mercado cuando no deben entrar, y salen cuando deben aguardar un poco; todo porque se guían por miedo y codicia.

Como ven, todo el mundo tiene los mismos impulsos básicos, porque todos tenemos un cerebro primitivo en nuestras cabezas, la diferencia radica en la decisión y acción efectiva de controlar dichos impulsos o no.

Los científicos modernos nos han explicado de sobra a través de estudios documentados que tanto el miedo como la codicia son impulsados por el deseo de disminuir el dolor y el deseo de aumentar el placer; dos mecanismos básicos que conforman la mente primitiva e irracional de los seres humanos.

Dichos estudios científicos en resumidas cuentas lo que nos han arrojado son las siguientes conclusiones:

1. El Miedo de perder es activado por el mecanismo de castigo del cerebro, lo que lleva al impulso básico de huir o quedarse a pelear.

2. La Sensación de codicia es activada por el mecanismo de recompensa, lo que lleva al individuo a arriesgarse excesiva e inconscientemente ante los eventos, a ser imprudentemente audaz y a querer perpetuar o incrementar la sensación misma que le impulsa, que es el deseo de placer o bienestar a toda costa.

Esto que acabo de explicar son las razones por las que la mayoría de los seres humanos cometen errores en cada plano de sus vidas (errores evitables en su mayoría), y de la misma manera, son las razones por las que los traders cometen errores en su operativa llevándoles a pérdidas substanciales de dinero en los mercados.

Impulsividad en la vida

La impulsividad en la vida se puede evidenciar en muchos ejemplos, pero veamos el siguiente:

Un hombre va conduciendo tranquilamente su automóvil (llamémosle vehículo A), y de la nada sale otro vehículo e impacta el suyo (llamémosle vehículo B). El hombre del vehículo A, sale entre estupefacto y molesto de su vehículo, el hombre del vehículo B también baja del suyo. El hombre del vehículo A comienza a verificar los daños causados por el conductor que le impactó y comienza a exigirle que este le pague; el hombre del vehículo B comienza a escaquearse y a decir que no fue su culpa, que venía distraído porque venía discutiendo con su mujer en el vehículo, y eso hizo que su vehículo impactara contra el de la persona del vehículo A y para colmo sugiere que la persona del vehículo A venía a mucha velocidad, aún cuando no era así.

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En resumidas cuentas, el conductor del vehículo A se da cuenta de que el otro conductor es un irresponsable que no le pagará los daños ocasionados, por lo que comienza a discutir acaloradamente con el mismo. Al rato el hombre del vehículo B hace un gesto con su rostro (consciente o inconscientemente) que el conductor del vehículo A capta al instante y le hace terminar de perder la paciencia ante la situación. En ese perder de la paciencia, es justamente cuando deja a su cerebro racional de lado y deja que tome el control de la situación su cerebro primitivo; y es precisamente allí cuando el hombre del vehículo A se le va encima al hombre del vehículo B y comienza a golpearlo y ambos comienzan a pelear.

Si la policia llega a tiempo, en el mejor de los casos, ambos hombres serán detenidos por alteración del orden público, y daños a terceros, y probablemente tengan que estar presentándose en fiscalía y otras cuestiones legales relacionadas. En el peor de los casos, alguno de los dos hombres termina gravemente herido o muerto y el otro preso por el hecho.

Tanto el hombre del vehículo A, como el hombre del vehículo B, manejaron mal la situación, pero es precisamente donde radica la complejidad de las relaciones humanas, en la interacción con otros que tienen sus propios mecanismos de miedo y recompensa. Tanto el hombre del vehículo A, como el hombre del vehículo B se dejaron llevar por sus impulsos más básicos, lo que llevó a un desenlace con consecuencias indeseables para ambas partes (sea cual fuere el resultado del evento).

Así como este ejemplo que acabo de poner, podrían ponerse millones de otros ejemplos en otros contextos y situaciones, y hay que decir que la mayoría de la gente se identificaría totalmente (y le daría la razón) al conductor del vehículo A ante su actuar, pero más allá de que dicho conductor tuviese o no razón para reaccionar como lo hizo, lo fundamental aquí es que se dejó llevar por su mente primitiva, dejó que su mente primitiva tomara el control de la situación, y lo que es todavía más relevante e importante, las consecuencias no fueron las deseadas.

Porque cuando la mente primitiva asume el control, no deja ver ni entender razones, contextos, conveniencia o inconveniencia de las acciones y no deja comprender los resultados del evento inmediato impulsivo. La mente primitiva solo quiere algo y lo quiere ahora, rápidamente, es de acción, y no le importa lo que pase después; y es por esta misma razón que la gente no debe dejarse guiar nunca por la misma, sino por la mente racional.

Pero decirlo es más fácil que hacerlo, hay que reconocerlo, y por esto es por lo que la gente debe aprender a entrenar muy bien sus mentes para poder entender las consecuencias de sus acciones y sus posibilidades reales para así no dejar nunca que la mente primitiva asuma el control de las mismas.

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Haciendo una síntesis de todo el tema tratado

La percepción de lo que piensa el otro, la percepción de que los demás te vean como alguien listo o tonto, la percepción de sufrir un castigo o la promesa o posibilidad de una recompensa, es lo que motiva e impulsa la mayoría de las acciones de los seres humanos en un nivel básico. La personas racionales, las que se dejan conducir por su mente racional, son las que toman el control de las situaciones y no dejan que las situaciones ni las emociones tomen el control de ellos ni por un momento.

La persona que se guía por su mente racional entiende las situaciones y actúa sin exagerar, sin dejarse presionar por las emociones (ni las suyas ni las de terceros), y por eso es alguien que tiene mayores probabilidades de éxito en cualquier cosa que haga. Solo las personas así (las que se dejan guiar por su mente racional), son las que alcanzan el éxito y resultados deseados la mayoría de las veces en sus vidas y en todas sus actividades (incluido el trading); mientras que el resto de las personas se quedan absortos preguntándose... ¿Cómo lo logró?

Dicho eso solo me queda decirles por ahora: Éxitos y progreso para todos ustedes, lectores invisibles!