Las palabras dan vida, edifican, son peldaños de una escalera que nos permite subir o bajar, pero yo siempre decido subir.
Los guerreros, las guerreras, asumen la actifud como en su caso, no se acobardan, no se rinden ni se dejan vencer.
Las mejores palabras son las que provienen de corazón, atesorarlas es vital.
Los ejemplos se dan con buenos ejemplos, es su caso; su triunfo radicó en creer y confiar en sus habilidades, destrezas, talentos y posibilidades; celebro que así sea, ayer, hoy, siempre e indefinidamente.
¡Suerte, éxitos, bendiciones, saludos!