Señoras y señores, feliz lunes para todos. Estamos aquí transmitiendo en vivo y directo a través de Fuchi TV, desde el piedemonte andino-llanero, en Socopó, estado Barinas, y nuestro invitado de hoy es nada más y nada menos que el señor Mapurite. Y sin más pajonal introductorio, vamos al grano.

Buenas tardes, señor Mapurite. ¿Cómo se encuentra?
Muy bien, gracias.

¿Por qué a usted le llaman el “rey de la soledad”?
Bueno, antes de responderle, quisiera preguntarle algo.

No hay problema, dígame usted.
¿Por qué anda usted todo cubierto como si fuera un astronauta? Si el covid-69 ya quedó atrás; se amansó dizque después de haberse echado a un bojote de viejos.

No, señor Mapurite. No es por el covid. Es porque no sé si a usted se le antoja echarme una rociada con su perfume especial.
No, amigo. Eso lo hago solamente cuando veo actitudes amenazantes. Por cierto que ayer espanté a una banda de malandros que querían asaltar a una viejita. El problema fue que a la doñita le dio un ataque de asma por haber respirado mis gases y se la llevaron grave al hospital.

Ah, ¿usted también tiene cosas al estilo de los superhéroes?
Claro, amigo. Incluso voy a ver si incursiono en el cine. Pero, bueno, para responder a su pregunta, mi soledad se debe más que todo a que los demás me desprecian.

¿Y a qué se dedica?
A veces los granjeros me contratan como insecticida, porque por dondequiera que paso los insectos quedan difuntos de puro verme, más que por sentir mi mal olor.

Es decir que usted no tiene una chamba estable.
No, nada. Es que la economía del país está por los suelos. Antes había fábricas de jabones, limpiadores y fragancias que me contrataban para poner a prueba sus productos, pero llegaron estos tipos al gobierno y espantaron las industrias, es por eso que ahora huelo peor que antes.

¿A usted lo invitaron a la boda de la pulga y el piojo?
Sí, pero juré no volver a bodas en barrios de mala muerte, porque siempre terminan mal. Imagínate, la gata se comió al padrino.

¿No tiene problemas para moverse por las calles?
En los últimos años me monto en los buses y en el metro sin problemas.

¿Y la gente no se espanta?
Para nada. Lo que pasa es que la pelazón hace que la gente no pueda comprar jabón ni perfumes ni desodorantes. Además, el servicio de agua no quiere servir para un carrizo. Entonces la gente huele hasta peor que yo y por eso paso desapercibido.

¿Ha tenido problemas con los coyotes?
No. Los que tienen problemas con los coyotes son los que emigran buscando el sueño americano, porque los tipos bajan fuertemente de la mula.

Me refiero al animal, al coyote.
Ah, perdón. Esos prefieren a los correcaminos, a nosotros nos tienen grima.

¿Es verdad que ese líquido que usted dispara crea una ceguera parcial?
Efectivamente. Por eso es que a veces ves por ahí en la selva a tigres con lentes oscuros andando con garrotes. Pero en el caso de los humanos, hay cosas que también enceguecen.

¿Cómo cuáles?
Como la lengua de los embaucadores.

Las personas que lo ven a usted por televisión opinan que usted es como todo un galán con el pelo manchado de blanco igual que una estrella de rock.
Bueno, menos mal que me comparan con una estrella de rock y no con una de rigatón o, peor aún, con un cantante de vallenato.

¿Cómo se encuentra en asunto de amores?
Tuve una relación intensa con una zorrillita solterona, pero de repente ella me puso cacho con un rabipelao y hasta ahí llegó todo. Ahora ella se la pasa diciendo que nosotros terminamos por culpa de la monotonía. Sí, Luis.

¿A qué sitios le gusta ir a comer?
Ayer estaba haciendo una reservación para comer en el restaurant La Estancia y cuando les dije mi nombre me tiraron el teléfono. Por eso generalmente ando por ahí entre los pedregales, echándome algunas cucarachas y ratones para pasar el día.

¿Con cuál artista le gustaría salir a una discoteca?
Con una bastante famosa para que así el local no se quede vacío cuando me vean.

¿Nombres?
Beyoncé o Adele. Bueno, me encantaría salir con las dos para hacer un trío.

¿Le gustaría que le extirparan sus glándulas del mal olor?
No, para nada. Entonces dejaría de ser yo mismo. Debemos respetar nuestra propia naturaleza.

Y ya para terminar, ¿cuál es su mensaje para la audiencia?
A todos les digo que el mal olor no necesariamente es el reflejo de lo que existe en nuestro corazón. Y que si quieren oler mejor, por favor, dejen de comprarles perfumes chinos a los buhoneros del mercado, porque esos terminan oliendo a caña blanca como a los dos meses; en su lugar usen Carolina Herrera o Paco Rabanne.

Muchas gracias, señor Mapurite. Estupenda entrevista. Y a mis estimados televidentes, gracias por su atención, y hasta la próxima semana. ¡Chao!