El Hombre Elástico: "Lo único que se me hace difícil estirar es el sueldo"

Saludos cordiales a todos los que nos ven desde cualquier parte del planeta tierra. En esta ocasión tengo el placer de presentarles a un personaje peculiar y famoso, conocido como el Hombre Elástico. Vayamos con la entrevista.

• Señor Elástico, bienvenido al programa. ¿Cómo se encuentra?

• Muchas gracias por la invitación. Me encuentro bien, gracias a Dios. Aunque esta mañana amanecí con algunas molestias en los músculos, pero creo que no es nada grave.

• Bueno, pero para eso es bueno untarse un poco de grasa de gallina con ajo en noches de luna llena.

• Ah, gracias por el consejo. Voy a tomar nota para que no se me olvide.

• Y para comenzar, ¿desde cuándo usted se echa las estiraditas?

• Desde el momento de nacer. Me encogí como un fideo y mi mamá no tuvo mayores molestias en darme a luz.

• ¿Cómo fue su niñez? ¿Jugaba con los otros niños?

• Por supuesto, pero me usaban como pelota, porque como tú sabes soy capaz de convertirme en cualquier objeto.

• Entonces sus amiguitos la pasaban genial.

• Claro que sí. Yo me convertía en el juguete que ellos elegían: un trampolín, un avión, una canoa…

• ¿Y no tuvo problemas en la escuela?

• Bastantes. Más que todo porque me copiaba en los exámenes y hubo compañeritos que me sapeaban y gritaban: “¡Maestra, el pescuezudo este se está copiando de mí!”

• ¿No tuvo problemas con las novias?

• Más bien no. Pero sí tuve un serio percance con uno de mis suegros.

• ¿Por qué motivo?

• Fue que un día estiré mi cuello hasta la ventana del apartamento de mi novia y mi suegro al ver que una especie de culebra con cabeza de gente se asomó por allí, se desmayó del susto.

• ¿A usted se le estira todo a voluntad?

• Bueno, casi todo. Lo único que se me hace difícil estirar es el sueldo de hambre que percibo.

• ¿Y en qué chambea usted?

• Trabajo en la alcaldía de Mucuchíes. Me encargo de cambiarle los bombillos a los postes.

• ¿Y no mata tigres?

• Claro, a veces ando por aquí o por allá cosechando cocos y mangos para cuadrar el presupuesto.

• ¿Usted no gasta mucho en el transporte?

• Para nada. Imagínate, yo llego a cualquier ciudad en un solo paso. Es que soy muy flexible.

• ¿Qué dice la gente de usted cuando lo ve?

• Hace poco pasé por Achaguas y una señora evangélica al verme tan canilludo comenzó a gritar: “¡Fuera, Satanás! ¡Auxilio, aquí está el Silbón!”

• Bueno, señor Elástico, para culminar, ¿qué consejo usted le da a la juventud?

• A todo joven le digo: “No pretendas alcanzar las rosas sin que te puyen las espinas”, porque Dios le dijo al hombre: “Ganarás el pan con el sudor de tu rostro”.

• Excelente conversación. Muchas gracias al Hombre Elástico y a todos nuestros televidentes por su amable atención. ¡Chau!

_{Invitación: @lirvic, @anay1705, @lirvic}