Sábado de entretenimiento | El poder de la lectura | Mi experiencia.

Como personas dentro de una sociedad que aprecia el individualismo y la originalidad, disfrutamos ennumerar las diferencias entre “mi vecino y yo”, los rasgos, gustos u opiniones que nos colocan en una posición superior, pero, a mi parecer, existen dos cosas en las que podemos estar todos de acuerdo: <<Si nos prohíben hacer “esto”, más ganas tenemos de hacerlo>>, y por otro lado, <<mientras más presionados nos sentimos para hacer algo, menos ganas tenemos de hacerlo. >> La segunda es casi una ley.

Sé que no soy la única persona a la que sus padres y maestros intentaron inculcar el hábito de la lectura de todas las formas posibles, adquiriendo una ostentosa biblioteca repleta de diferentes ediciones de enciclopedias para consultar, comprando colecciones de libros de Disney con CDs divertidos, terminando en motivarnos a aprender o, a pesar de otros, resignarse a relacionar la lectura con la frustración en respuesta a la privación de otras actividades.

Me interesó mucho la lectura; el mundo fantástico que me ofrecía sin necesidad de salir de casa me resultaba maravilloso, a pesar de no tener a nadie en mi entorno con el que intercambiar opiniones. Eso habría sido de provecho, para comprender y aceptar que cada persona ve algo diferente en cada libro, encuentra otra enseñanza, o simplemente no es su tipo de lectura, en lugar de batallar hasta la adultez porque a mi mejor amigo no le gustó el libro que le recomendé.

La lectura, así como experimentar con diferentes autores, amplió mi visión del mundo y de las personas. No hay una persona igual a otra, una acción podía tener diversos significados, un trasfondo, dependiendo de quién lo diga y como lo diga. Hay un vasto escenario de probabilidades que antes no podía imaginar.

Leer, leer y leer, desde la mañana hasta el anochecer, ¿alguna vez lo has intentado? Perderte en letras, emociones, sentir la traición del chico literario que robo tu corazón pero resultó ser el antagonista, o explotar de euforia por descubrir al asesino antes de salirse con la suya; son experiencias que solo un buen libro te brindará.