Hola apreciada amiga. Como siempre me da mucho gusto leer tu Publicación. Gracias a Dios ya participé pero igual gracias por la invitación. La historia que relatas es muy común en nuestra cotidianidad y realmente las personas no miden la magnitud de las palabras que emiten. Con una palabra puedes edificar o destruir a una persona. Como siempre bendiciones para ti. Éxitos!
Hola amigo, gracias por tu apoyo.
Es lamentable que cosas así sean comunes, necesitamos un cambio urgentemente, y todo empieza en el hogar, es la única forma de tener el mundo que todos queremos.
Saludos amigo, amén, bendiciones para ti también