Mar de mis andanzas, profunda en ti está mi alma,
Me miras y mi ser se engrandece,
Te miro y me pierdo en tu inmensidad,
Siento tu abrazo y te desapareces,
Pero vuelves crecido en intensidad.

Tus secretos me inquietan,
Eternas profundidades de saber,
Sabios tus océanos,
Eternos mares de vida,
Intensos colores que estimulan mi existir.

Allá, donde tu infinidad se encuentra con el cielo,
Ese es el lugar donde habita mi ser,
Guardián de mis deseos,
Sanador de mis angustias,
Protector de mis amores.

¡Oh, mar!
Te casas con el viento,
Y estremeces mis sentidos,
Nunca nada fue tan hermoso,
Tu silencio misterioso,
Tu voz cantarina y cautivadora.

Eres calma que alivia mi ser,
Tormenta que me enseña a luchar,
En tu quietud me reflejo,
En tu estallido, el renacer.