Sábado de Ciencias// Químicamente hablando: ¿Qué ocurre cuando nos emborrachamos? 🍻🥂🥃🤪 Por @carlucmeza

Es bien conocido, que las bebidas alcohólicas están presentes en la vida diaria del venezolano. Un viernes para muchos es sinónimo de unas cervecitas bien frías, un sábado de playita no está de más un vodka con juguito de naranja, en un domingo de sancocho o parrilla aparece un tío con una botellita, por mencionar algunos días de la semana. Eso sin incluir que de lunes a jueves alguien esté de cumpleaños y por ello nos tomemos unos traguitos sociales 😃.

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¿Pero sabes que es lo que está ocurriendo en tu cuerpo cuando te estás tomando el primer sorbo de esa bebida que contiene alcohol?

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En todas las bebidas alcohólicas está presente una sustancia química llamada etanol o alcohol etílico y cuando lo consumimos, nuestro organismo que es un gran laboratorio enciende todos los motores ya que ese traguito

pasa a lo largo del esófago, atraviesa el estómago y entra al intestino delgado. Aunque una pequeña cantidad de alcohol se absorbe a la corriente sanguínea a través de la membrana mucosa, la mayoría del alcohol entra en la corriente sanguínea a través de las paredes del intestino delgado.

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Aproximadamente el 90% del alcohol que pasa a la sangre es eliminado por oxidación en el hígado. Esto puede darnos una idea del gran esfuerzo que tiene que hacer este órgano para eliminar esta sustancia tóxica y es la principal razón por la cual nos emborrachamos, ya que consumimos más alcohol del que nuestro hígado puede procesar o metabolizar.

Fuente _{El hígado y el alcohol.}

El hígado es quien nos va a garantizar nuestra capacidad de 'aguantar los tragos' ya que

toda una maquinaria de reacciones bioquímicas comenzarán a producirse en el. En primer lugar, el alcohol (etanol) se convierte en acetaldehído por acción de una enzima llamada alcohol deshidrogenasa. Posteriormente, el acetaldehido se transformará en ácido acético, por acción de otra enzima llamada Aldehido deshidrogenasa. En todas estas reacciones se genera poder reductor (que equivale a unas moléculas llamadas NADH).

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Ese proceso tiene una velocidad determinada por la genética(muchos estudios dicen que los asiáticos no aguantan tantos tragos como nosotros ja ja ja) pero que no es muy diferente entre las personas y ronda los 10 gramos de alcohol puro por hora. Es decir, que si consumimos más de 10 gramos de alcohol en una hora va a “sobrar” alcohol que circulará en la sangre, llegará al cerebro y seguirá en el cuerpo hasta que el hígado pueda metabolizarlo a su velocidad.
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Esos 10 gramos de alcohol puro están presentes en una lata de cerveza, en una copa de vino y en un shot de ron o whisky. Por ejemplo, si consumimos cinco latas de cerveza en una hora, el alcohol tardará cinco horas en desaparecer del organismo.

En definitiva, una vez que hay alcohol en el organismo habrá cinco sustancias químicas que van a actuar: el etanol que no haya reaccionado, acetaldehido, ácido acético (o acetato), los aditivos que acompañan al etanol en las bebidas alcohólicas (generalmente aportando sabores) y el poder reductor (NADH).

Etanol que no ha reaccionado.

Va a afectar a la fluidez de las membranas biológicas (membranas de las neuronas). Bloquea los canales de sodio dependientes de voltaje en la sinapsis, con lo que influirá en la transmisión del impulso nervioso. Esto explica que ebrios, razonar o pensar nos sea más complicado de lo habitual.

Fuente_{El exceso de alcohol disminuye la capacidad de razonar.}

Acetaldehido (o etanal).

Disminuye los niveles de neurotrasmisores ya que reacciona con la dopamina endógena formando salsolinol. Esto explica que, cuando hemos bebido, nuestros movimientos sean mucho menos coordinados y nos volvamos bastante más torpes.

Ácido acético (o acetato).

Provoca la retroinhibición de la «beta»-oxidación de los ácidos grasos de modo que se acumulan las grasas en el hígado (hígado graso).

Poder reductor (NADH).

El poder reductor es usado por las células del organismo para transformar la testosterona en estradiol (un estrógeno) mediante una serie de reacciones químicas de hidrólisis y aromatización entre otras. Al aumentar los niveles de estrógenos, aumenta el apetito sexual con el estado de ebriedad. Sin embargo, como los niveles de testosterona disminuyen, también lo hace la potencia sexual. De ahí el «quiero y no puedo» del que todos hemos oido hablar.

Fuente _{El popular quiero pero no puedo.}

Aditivos de algunas bebidas alcohólicas

(aldehidos y polifenoles que dan sabores u olores agradables para el consumo).
Son inhibidores, en muchos casos, de la aldehido deshidrogenasa que, como ya hemos comentado, es la enzima implicada en la tolerancia al alcohol. Si esta enzima se bloquea por consumo elevado de alcohol, llegará un momento que nuestro cuerpo tenga que eliminar el exceso de etanol por una vía alternativa a la vía química. Son los vómitos tan propios de situaciones en las que el consumo de alcohol ha sido excesivo.

Fuente _{El exceso de alcohol produce vómitos.}

Con todo lo anterior, queda claro que todos los efectos en nuestro organismo después de una resaca, no son más que un conjunto de consecuencias producto de la cantidad de reacciones químicas que se inician cuando le damos el SÍ a esa primera cervecita, copita de vino o traguito de whisky y que a veces sin querer queriendo nos pasamos de la cuenta.

Muchísimas gracias por leerme. Nos vemos pronto en otro sábado de Ciencias 👩🏻‍🔬

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