Hubo de todo un poco en la presente feria a la cual he invitado antes de la finalización de este mes de agosto para degustar una buena sopa de rayado (el cual es perfecto para este tipo de preparación), además de otro tipo de comida como una suculenta cachapa o un refrescante papelón con limón más cervezas, malta o bien un simple vaso con agua en el recién reinaugurado restaurante Mirador Gastronómico que de verdad tenía tiempo cerrado durante muchísimos años y no pensé que lo volvieran a utilizar en pleno espacio del evento anual feriado como es el de la sapoara.

Habían muchísimos niños jugando en las instalaciones recreativas dispuestas para ello con el pequeño anfiteatro que se encuentra ubicado frente al propio Mirador y junto a las letronas a las cuales las personas se acercan a tomarse las correspondientes fotografías; o bien se sientan prácticamente cerca de la orilla del río a disfrutar de una hermosa vista en un ambiente que invita a relajarse.

Una vez que estás allí, todos se acercan a asomarse a ver a los pescadores que se encuentran activamente ocupados tratando de atrapar las mejores especies del río con ayuda de sus grandes redes de color amarillo. Por lo general es una gran visión que de verdad no tiene precio pues esto se ve únicamente una vez al año en la ciudad a medida que vas avanzando o caminando hacia el puerto Blohn al final del Boulevard del paseo Orinoco.

Ahí vas viendo distintos puestos de comida con una gran variedad de opciones para sentarte a degustar y comer mientras escuchas activamente a los vendedores de pescado ofreciendo los mejores precios de los rubros que acaban de obtener de estas aguas. Sigue mi blog para más contenido, agradeciendo una vez más por leerme.