Un tema musical muy de moda del dúo Azúcar Moreno repetía con frecuencia “Solo se vive una vez”… hoy a mis 67 años de mi primera vida, difiero en cierta forma de esa afirmación que está en la cultura popular, sin meternos en temas metafísicos y creencias de algunas religiones que defienden la reencarnación.

Vivimos experiencias de cierta intensidad que marcan un antes y un después en la vida de cualquier persona y que podría considerarse una segunda vida dentro de la misma en la que transita: el abandono de un vicio o dependencia, un curso o taller que hace ver todo de una manera nueva, un accidente de tránsito donde el vehículo quedo destrozado y al chofer o uno de sus ocupantes, salen ilesos… son forma de tener otra vida, mas también está la vivencia ECM (experiencia cercana a la muerte) de la cual se regresa, como por segunda vez. Esta última es la mía.

Efectivamente el 14 de noviembre de 2014 pase por una experiencia de infarto, con muerte súbita abortada y tormenta eléctrica. Con esa vivencia, llegue a ver la luz.

Dos semanas en Cuidados Coronarios en el Hospital Ruiz y Páez de Ciudad Bolívar, traslado en Aero ambulancia y tres semanas en el Hospital Clínico Universitario de Caracas, es un buen resumen de la odisea clínica.

Creo que terminaría haciendo capítulos de cada hospital y del traslado, para poder hondar en algunos detalles. Fui dado de alta forzada el 29 de diciembre de 2014. Forzada para evitar una infección con algún germen hospitalario.

Muchas experiencias de por medio ha habido en estos 6 años siguientes que me permiten celebrar mi segundo cumpleaños cada noviembre. Entre las cuales se encuentra el escribir, editar y publicar el libro “Vuelo a la Cima”, bautizado el 1 de agosto de 2017.

Hoy porto un DAI, desfibrilador automático implantable, que está vigilando permanentemente el funcionamiento del corazón, para activarse al presentarse alguna anomalía. Mi trabajo personal, que no tenga necesidad de activarse. Mi vida, sin importar que esté sucediendo en el afuera de mí, es lo que yo elija que suceda en el adentro de mí.

Como cierre les comento que la “Renovación del Águila” que implica cambio de pico, garras y plumas, en un período de 150 días, para muchos de los que me conocen, concluyen que fue lo que viví para el nuevo Aguilamayor que ya tiene 6 años, de esta segunda vuelta, la cual fue denominada “el recreo”.

Ese nombre fue dado por una muy buena amiga que manifestó que más que una segunda oportunidad me dieron recreo para que bajará el ritmo de todo lo que estuve haciendo en los últimos 30 años. En eso estoy.

En este año 2021, con este último año vivido con grandes retos y modificaciones de una "realidad", sigo en la misión de ser multiplicador de conocimientos, usando los medios disponibles y dejando a manos de Dios la distancia a recorrer para que le llegue a quien corresponda.

Antes de cerrar esta nota, quiero agradecer a @steemitblog por esta esta plataforma y darnos la oportunidad de tener una ventana en la que podamos dejar nuestras experiencia. También agradezco a @steemcurator01 @steemcurator02 @steemcurator03 por todo su apoyo a este proyecto.

Y Uds. @tocho2 @albenis @ledcerv @aleravago @karianaporras quienes tuvieron la gentileza de darme la bienvenida, y a ti @orinoquense por tu invitación y apoyo, muchas gracias.