¡Diez años de casados con @marianavila! Se dice rápido pero son muchas experiencias juntos. Hoy, en la bella comunidad de #steemvenezuela quiero compartir algunas de ellas a través de una breve pero hermosa compilación fotográfica.

Mí esposa y yo nos conocimos en el año 2009, en una actividad conjunta de nuestras congregaciones. Me pareció una persona positiva, agradable para conversar y muy involucrada en las cosas de Dios. Llamó particularmente mi atención que, siendo mujer, le gustaban los deportes.

Siempre nos encontrábamos en actividades de la Iglesia y empezamos a conversar un poco más, pasando de simplemente "hermanos en Cristo" a una amistad. Una amistad que se fue fortaleciendo pues a veces me pedía algún consejo, o yo le preguntaba que le había parecido tal partido de básquet o beisbol, o simplemente hablábamos mucho de las cosas de Dios.

Luego de "hermanos en Cristo" y después amigos, llevamos la relación a otro nivel: el del noviazgo. Y seguimos avanzando en ese arte de conocer una persona e ir verificando compatibilidades. Siempre que hablaba con ella notaba tantas y tantas similitudes entre nosotros, en la forma de ver la vida; obviamente, eso era una buena señal.

Como nuestras congregaciones compartían muchas actividades juntas, pues nos tocaba ir a muchas bodas, como pueden ver a continuación. Eso también nos permitió ir conociéndonos más y darnos cuenta qué tipo de relación queríamos tener: una gran amistad a causa de la mucha compatibilidad entre ambos o seguir avanzando para casarnos en algún momento cercano.

Me gustaría destacar aquí la importancia de respetar cada etapa cuando uno está conociendo a alguien que verdaderamente le gusta. No pretendo ser un "gurú" matrimonial, ni nada por el estilo, pero a veces pasamos de cero a cien en poco meses y luego vienen los lamentos. "¡Este hombre (o mujer) no sé qué le pasó después del matrimonio!", he oído decir. Pero la verdad es que esa persona siempre fue así, pero no me di a la tarea de conocerle bien.

Después de dos hermosos años de amistad y dos aún más hermosos de noviazgo, decidimos comprometernos y llevar la relación al perfecto vínculo del matrimonio. Para mi era muy fácil estar con ella y todo fluía naturalmente, por lo que entendí que, realmente, era la persona con la que quería pasar el resto de mí vida.

Nos comprometimos un 14 de junio y fijamos fecha de la boda (tanto la civil como la eclesiástica) para una semana después: el 21 de junio de aquel lejano ya 2014. El día que le pedí que se casara conmigo, fui a su casa, mi familia me acompañó y, cuando llegamos, ¡ya se había corrido la voz de que la pediría en matrimonio y la calle donde ella vivía era un caos! Muchos vecinos estaban fuera de sus casas esperando que ella (y yo) llegara.

Planificamos la boda civil por la mañana y la eclesiástica por la noche; realmente no se lo recomiendo a nadie porque es mucho con demasiado para un solo día. Sin embargo, fue extremadamente hermoso, gracias a Dios. Habíamos hechos planes para unas cien personas y terminaron asistiendo ¡casi cuatrocientas! Fue una locura, pero fue una noche realmente espectacular y que atesoraré en mí corazón siempre.

Nuestra luna de miel fue un mix Mérida - Margarita de lo más divertido, sobre todo porque yo nunca me había subido en avión y estaba un poco nervioso 😂😂😂 Fueron unos días hermosos en dónde empezamos ya, de facto, a organizar lo que sería nuestro día a día juntos, la mudanza que tendríamos que hacer, pero también a relajarnos después de varios meses de estrés, actividades organizativas de la boda y toda la demanda física y emocional inherente.

Hace poco, antes de hacer esta publicación, bromeaba con mí esposa preguntándole "¿Nosotros somos el matrimonio más famoso dentro de Steemit?" Es decir, me refería a matrimonios en dónde tanto el hombre cómo la mujer frecuentan la plataforma comentando, votando, restemeando, publicando y, debido a ello se les conoce a ambos dentro de algunas comunidades. Así como a ella y a mi.

Mí esposa me respondió "no, no creo que lo seamos" y, honestamente, yo tampoco creo que estemos ni cerca de serlo, ni tampoco es algo que nos satisfaga o sea una meta en común. Lo que si es cierto, y es una meta, un objetivo común, un sueño, es compartir cada cosa que hagamos cómo un equipo y juntos ser la expresión entre nosotros y para otros del amor de Dios.

Para mi han sido los mejores diez años de mí vida; he disfrutado de una esposa maravillosa, hemos viajado, compartido muchas cosas y durante dos años estuvimos sin hijos, lo que nos permitió aprovechar al máximo esos primeros años matrimoniales tan difíciles en no pocas ocasiones. ¡Que sean muchísimos más! Yo quiero renovar los votos matrimoniales cuando cumplamos, si Dios lo permite, doce años de casados.

La Biblia dice "Bienaventurado el hombre que halla esposa, pues, encuentra el bien y la benevolencia de Dios". Definitivamente, ha sido así. Amo a mí esposa y no lo puedo evitar 😂😂😂¡Muchas gracias por leer hasta aquí! Bendiciones para todos.