Siempre me llamaron la atención los acuarios, cuando veía uno me daban ganas de tener mi propio acuario, hasta que un día me propuse y logré tener uno. Mandé hacer la pecera de vidrio, después de hacer una prueba de agua para ver si tenía alguna filtración, todo estaba perfecto.

Ahora la atención era para el interior de la pecera, compré grava o piedritas pequeñas, un mural con pega para colocar en la parte de afuera del vidrio posterior que simulaba un ambiente marino, le daba al acuario un toque decorativo. Ademas de otros accesorios decorativos. Por supuesto, una bombita de agua con una manguera delgada que llegaba casi hasta el fondo que hacía subir muchas burbujas.

Seleccioné en la tienda de mascotas 2 peces bailarina, 2 molly negro y 2 cebras, el chico que me atendió me dió instrucciones para echar los peces al acuario y no sufrieran con el cambio de temperatura, de igual manera me explicó lo relacionado al alimento, también compré una gotas anti hongos para colocar al agua.

Las 2 bailarinas era de nado lento pero llamaban la atención cuando se movían por su cola frondosa, los moly negro y las cebras eran de nado mas rápido, incluso habían oportunidades que se perseguían.

El acuario 🐟 estaba en un rincón de la sala, era el punto favorito de los visitantes y familia, incluso siempre se escuchaban comentarios como: ver los peces es relajante, me produce tranquilidad, es anti estresante, en los días de calor querían ser peces para estar fresquitos.