Esta mañana me desperté, como a las 7:30, cuando mi nieto Gregorich me llamó a la puerta. Como se quedó dormido, aproveché para hacer mi oración matutina y me activé con mis oficios. Como no tengo ninguna salida, me dedico a la casa y el cuidado de mis nietos.

Todavía nada de internet en casa, ya esto ha pasado varias veces. Hice el reclamo, espero lo solucionen pronto. Como la vecina me pasó la clave, aprovecho de redactar una publicación. También hice un encendido de 141 steem, una buena cantidad para encender, gracias a la llegada de los sbd.

El tiempo fue pasando bien rápido y llegó la hora de preparar el almuerzo. Hoy mi hija Yalexis está libre y me ayuda a preparar la comida, bueno, solo a mechar la carne y parte de la ensalada, porque ella aprovecha su tiempo para lavar.

La comida quedó espectacular, me encantó la carne como me quedó, poco la preparo, así porque quita mucho tiempo y la ensalada buenísima. Gregorich se comió todo, ahora Benjamín comió carne y arroz nada más, ese niño es de mal comer.

Yalexis me ayudó a lavar todo, para dejar la cocina limpia y ordenada. En eso suspendieron el servicio eléctrico. ¡Qué cosa tan terrible y con tanto calor que está haciendo!

Me tocó mecer a Benjamín, en el chicharrón, esperando que bajara un poco el sol, para salir al jardín que está un poco más fresco. Aunque igual hace calor, porque no pega ni brisa, los árboles están estáticos, que hasta las flores han desaparecido.

Yole empezó las pasantías hoy, llegó después de las cuatro, pasó casi todo el día en la calle, porque en la mañana estaba trabajando en la farmacia. En lo que llegó, le baña a Benjamín y se lo entregó arreglando. Porque yo voy un rato para donde Liliana, cuando iba saliendo, llegó la luz, ¡qué alegría!

Estuve un rato conversando con Liliana y Johana, mientras nos tomamos un café. Regresó a casa como a las 7 y volvieron a suspender el servicio eléctrico. Gracias a Dios, compré el bombillo de emergencia y no quedamos a oscuras.

Cenamos y me quedé en el comedor con mis hijos, conversando y haciendo unos juegos de preguntas, mientras los niños jugaban con el abuelo. Luego salimos un rato para hablar con la vecina, esperando que llegara la electricidad, pero el sueño me rindió. Cuándo entramos a la casa, llegó nuevamente y nos fuimos a dormir.

Reflexion:

Los minutos en nuestra vida pueden ser contados y disfrutar de la compañía de nuestra familia es lo mejor. En medio de las adversidades nos ayuda a ver las cosas diferentes. Así que debemos aprovechar al máximo el tiempo que podemos disfrutar de nuestros hijos y seres queridos.

Gracias por leerme y dejarme un lindo comentario 🤗😘