#thediarygame - Temporada 3. Domingo 17 de Noviembre del 2024

Domingo, domingo, domingo…. Un día con muchas definiciones. Para algunos un día sagrado, para otros el comienzo de la semana calendario, hay quienes inclusive lo tienen como un día de descanso en donde se desconectan del quehacer diario.

Indiferentemente la definición que mejor le parezca al lector, para mí, es un día de entrega total al ocio. Esto no quiere decir que me quedo todo el día en la cama vestido con mi ropa de dormir sin hacer nada, aunque siendo sincero, han existido domingos dedicados a esto.

Pero el de ayer no sería uno de esos días. Me levanté temprano e hice mi aseo personal y tomé mi desayuno como de costumbre. Todas estas acciones tenían como contexto una premisa que había planeado e día anterior.

Quería hacer el aseo de la casa lo más temprano posible. ¿El motivo? Varios. El primero habría visita en la casa. Aunque no eran para mí, la llegada de los compañeros y compañeras de universidad de mi sobrino y esposa me impulsaba a que encontraran la casa lo mas presentable posible. Pobre pero aseado y ordenado.

El segundo motivo, el hecho de que soy considerado el que no hace nada en la casa sino dedicarme a estar todo el día metido en la PC perdiendo el tiempo creando contenido que no me genera una ganancia suficiente para subsistir. Es quizás por esta definición la que me empuja de asumir algunas responsabilidades en casa, que no está nada mal pero que impulsa el tercer motivo.

Tercero y último motivo. Es algo más de pensamiento personal o de demostrar la diferencia en la percepción de la vida. Por lo general me esmero en demasía de realizar bien cada actividad que realizo. Soy del pensar que, si no se va a hacer bien, mejor no lo hagas. Es por ello que trato de que todo quede lo más cercano a la perfección.

Eso siempre me causa una… como definirlo… irónica-risible-molestia. Todo el esfuerzo que realizo, aparte de ser menospreciado, no es considerado y a las pocas horas pareciera que la casa nunca la hubiesen limpiado. Todo esto sin derecho a replicar. Recuerden que soy el que no hace nada.

Pero soy del tipo tonto y allí me esmero por demás, que siente la satisfacción de que realice un trabajo y que sabe y entiende que en la vida no es necesario que las labores que se realizan sean reconocidas. Sería ideal, pero no es necesario.