¡Hola! Espero se encuentren muy bien. En esta ocasión, quiero compartir con ustedes parte de mi vivencia en el cumpleaños número 1 de mi ahijada Zöe.

Hace un año, más o menos, les conté que mi mejor amigo de la universidad fue padre por segunda vez y al igual que con su hijo mayor, me pidió que fuera su padrino. Obviamente, acepté encantado.

^{Mi ahijada en su cumpleaños}

La fiestecita fue en un parque, en un lugar llamado "El Marqués" en la ciudad de Caracas. Comenzaba a la 1 pm y llegamos justamente a esa hora (de mi casa al Marqués, son unas dos horas, aproximadamente, así que mejor estar prevenidos).

Cuando llegamos, mi amigo y su esposa, no estaban. Nos recibió la mamá de mi comadre y esperamos a que llegaran.

Me impresionó lo grande que estaban los niños. A la niña, no la veía desde que nació y a mi ahijado, también, ese día fue la última vez que lo vi.

Se me acercó a saludarme y lo cargué para abrazarlo. Mi comadre me dio a la niña y la cargué un rato, pero como no estaba habituada a mí, solo se quedó un rato conmigo.

Nos pusimos a hablar, mientras llegaban los demás invitados y comenzamos a contar anécdotas de la universidad (las mismas de siempre, que siempre nos dan risa).

Cuando llegaron los invitados, mi comadre me pidió que por favor la ayudara a repartir las cosas y así fue. Noté que estaba estresada, pero gracias a Dios todo salió bien.

La fiesta transcurrió con normalidad, los niños corrieron y jugaron mucho, hubo juegos con premios y comida... ¡Mucha comida!

Comí tanto que ya no podía más, así que dejé de agarrar los pasapalos, para no pecar de "gula" jajaja

Como a las 4 de la tarde, más o menos. Mi compadre me pidió que lo ayudara a montar la piñata. Era una piñata de blanca nieves (lástima que no le tomé foto) que pesaba como 7 u 8 kilos. Estaba repleta de dulces. Tanto así que hasta los papás de los niños se querían meter a agarrar algunos.

La piñata aguantó, porque todos los niños le dieron y nada que se rompía, la terminó rompiendo mi compadre, de un solo palazo, literalmente y bueno... Todos se tiraron al piso a agarrar lo que caía.

Bueno, no le tomé fotos a la piñata en primer plano, pero ahí en las fotos anteriores la pueden ver jeje.

A las 4:30 se cantó cumpleaños y me retiré pasada las 5 pm. Llegué a mi casa a las 7 así que justamente fueron unas dos horas de viaje de ida y dos de vuelta.

Todo estuvo lindo, maravilloso. Me encantó volver a ver a mis ahijados y compartir con los compadres. Esas reuniones/reencuentros siempre son necesarias para drenar y estar en contacto (porque no es lo mismo hablar por WhatsApp que el contacto físico).

Sólo espero que esas visitas se repitan más seguido :)

Gracias por tomarte el tiempo de leerme.

¡Hasta la próxima!