The Diary Game - 27/12/2022 | Me tumbó la tos.

Comencé el martes con un sueño interrumpido, desde la madrugada se me puso algo aguda una tos que me está molestando desde hace algunos días, efectos de cambios de clima y demás, así que la noche fue algo pesada para mi y para mi novia, quien intentó proteger mi sueño y a quien atormenté con mi tos.

Temprano en la mañana, cuando nos despierta la alarma para ir a nuestros trabajos, el cielo amaneció bastante nublado, con algo de llovizna incluso, por lo que Mary me aconsejó por el malestar que tenía que lo mejor era quedarme, descansar e intentar reposar para aliviarme y no empeorar más bien con el clima. Ella para acompañarme y cuidarme también decidió quedarse y trabajar desde casa, pero antes con el tiempo que teníamos disponible donde nos alistaríamos lo usamos para dormir un poco más.

Cuando desperté de nuevo ya ella estaba levantada, yo fui al baño y me lave la cara y demás, limpiándome también la nariz y volviendo a hacer enjuague con una medicina para el dolor e irritación de garganta. A pesar que tenía más calmada y controlada la tos me encontraba algo cansado, y que ese cansancio también se reflejaba y concentraba en el pecho. Luego de tomar agua me tomé uno de los jarabes para la tos y me senté un rato en el sofá mientras aún despertaba no tanto del sueño sino del atontamiento del mismo malestar.

Ya a mitad de mañana entonces Mary y yo decidimos a bajar a comprar unos tequeños para desayunar, además recargar agua para tomar, y por últimos yo quería comprar algo de cilantro que era practicamente lo único que me faltaba para poder hacer una sopa de pollo que me ayudara a liviarme.

Después de almorzar un poco de pasta y ensalada ambos nos acostamos un rato y dormimos una siesta, de nuevo la mía un poco más larga. A pesar de que el cielo se había despejado suficiente durante el día estuvo un clima fresco, pero luego incomodaría la entrada del sol por la ventana.

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Ya comenzando a caer la noche aproveché que había agua y me bañe de una vez para no hacerlo tan tarde y no me afectara, y luego de ello era momento de hacer la sopita que quería.

Comencé a pelar y picar auyama, zanahoria, cilantro, ají dulce, y hasta un diente de ajo, para que quedará bien potente esa sopa jajaja. También le echaría unas papas que habían quedado cocidas en la nevera para así aprovecharlas, y no podía faltar un poco de pasta cortada bien pequeña para que queden como fideos.

Mientras hacia todo eso, ya había puesto a cocinar un muslo de pollo, otro protagonista que le daría sabor y nutrientes a mi sopa.

Ya lista la sopa la serví para comer junto con Mary, y ya a este punto había tomado mis dosis de jarabe y pastillas, pero de nuevo ya por la hora se me alteraba un poco más la tos, pero por supuesto mucho más controlada que la noche anterior, y ya al acostarme también fue disminuida.