La alegría alarga la vida - Domingo de Cotina Educativa

La alegría es un sentimiento que nos produce paz, satisfacción o risa, es algo que impacta en nuestro cuerpo de manera favorable y nos permite no solo sentirnos mejor sino transmitir eso a los demás.

En lo personal me considero una persona alegre, de buen humor, con disposición siempre a evitar lo que negativamente pueda influir en mi visión del entorno y tengo por norma alejarme de las personas que son lo contrario ya que terminan enmarañando el ambiente y las situaciones.

En mis labores es normal que algo no cuadre o rompa el esquema, ya que los imprevistos son naturales, en ese momento en lugar de enojarme respiro hondo, caminos unos minutos y reinició lo que antes hacía y perturbó mi estado, cuando no hay tiempo para hacer esto simplemente pongo mi mente en blanco y continúo.

Cuando alguna persona actúa de forma que me agreda activa o pasivamente, no la enfrento, para una pelea hacen falta dos, sino que simplemente me retiro y la ignoro, por eso no dejo de creer en la buena fe de otros ya que eso haría que mi amargura con el mundo vaya creciendo y termine matando mi disposición a estar alegre.

Podemos cultivar la alegría de muchas maneras, aunque parezca imposible esto, si mantenemos una vida equilibrada, una dieta sana, una visión amplia de lo que nos rodea y practicamos la sinergia y la tolerancia esto nos llevará a episodios positivos.

La alegría está en el entorno, en los amaneceres y atardeceres, en la naturaleza, en cada segundo que vivimos si sabemos ser receptores de ese sentimiento.

Soy de los que siempre interactúo con las personas con gestos positivos, que bromeo constantemente y que no da cabida a los malos sentimientos.

En mis trabajos acato ordenes, no planteo contiendas y cuando tengo alguna observación que hacer, lo hago de forma respetuosa, exponiendo mi punto de vista como una alternativa y no obligatorio, exponiendo las ventajas y desventajas del mismo.

Cuando eres capaz de mantener una relación con los otros manteniendo todos los niveles de respeto, difícilmente vas a recibir como respuesta algún improperio y si esto ocurre simplemente ignóralo, que la palabra dice que la respuesta amable calma la ira.

Algunas veces las personas son malgeniosas por causa de desórdenes corporales asociados con alguna enfermedad, por ejemplo, a quienes se les sube el azúcar tienden a ser cascarrabias o también hay quienes alguna experiencia los ha llevado a mantener cierto grado de insociabilidad, o también hay quienes algún trastorno los hace parecer insensibles, como los autistas, a todos ellos la respuesta alegre les calma y refresca.

Debemos tener como norma no solo ser alegres sino dar ese sentimiento a quienes tienen contacto con nosotros, porque vivir es una aventura tortuosa que está llena de situaciones que alteran los patrones comunes de quienes la transitan y la alegría es un arma infalible contra estados depresivos.

Ser alegre hace que los años vividos se alarguen ya que nuestro cuerpo y mente producen un mejor funcionamiento de ellos, de tal manera que cuando algo te disgusta búscale el lado bueno y recíclalo.