En el ambiente educativo atender pedagógicamente a los adolescentes tiene una connotación especial, ellos creen que son adultos y no lo son, tampoco son niños; entonces, como educadores se hace necesaria la atención con intención impregnada de profesionalismo.

En mi apreciación los profesionales de la docencia en todos los niveles educativos, deben tener sentido de pertenencia en el momento de desarrollar la praxis pedagógica.

Por otro lado, el uso indiscriminado de la tecnología, se puede evaluar, ya que se usa de forma errónea, no se motiva la investigación y análisis en los jóvenes, solo copian y pegan información; considero que tenemos la obligación de motivar e incentivar el análisis y discernimiento en las escuelas, liceos y universidades.

Entiendo que son multifactoriales los elementos que influyen vorazmente en la agresividad que observamos a nivel mundial mostrada por los adolescentes, que en algunos países tienen libertad para la compra de armas. En lo personal, recuerdo, que en mi juventud las fiestas de los fines de semana, el interés primordial era bailar los nuevos ritmos, en franca armonía.

No puedo dejar de mencionar que, los profesionales deben ser valorados como corresponde, solo si se consideran estos tópicos podemos dar una vuelta a la violencia estudiantil y proyectar la importancia de formar ciudadanos que conduzcan las naciones del mundo.

Incorporar a la familia es imperioso, ya que es el núcleo donde se mueve ese adolescente, ese ciudadano y de una manera u otra todos somos responsables de lo que son nuestros hijos y debemos asumirlo.

Para finalizar también hago un espacio especial para resaltar la mejor educación que pueda recibir un niño, La educación de valores en casa., ya que será la base para formar mejores ciudadanos, no dejemos todo en manos de los maestros.