Tema de reflexión: Cuidate de ti mismo
1 Timoteo 4:16
Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. (RV 1960).
1 timoteo 4:16
Ten cuidado de tu conducta y de tu enseñanza. Persevera en todo ello, porque así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen. (NVI).
Las prédicas cristianas y estudios bíblicos nos enseñan que en este texto que acabamos de leer, Pablo expone sobre Timoteo dos recomendaciones apostólicas; la primera es que se cuide de sí mismo, y la segunda es que se cuide de la doctrina. Además de Pablo decirle que se cuide de estas cosas, le dice que persista en ella.
Cuando escuchamos la palabra ten cuidado de ti mismo, de una vez comenzamos a maquinar las cosas de las que debemos de cuidarnos; son muchas las cosas de las que debemos de cuidarnos, y es obvio que comenzaremos a cuidar muchísimos aspecto, pero ¿Cuáles son las cosas principales de las que debemos de cuidarnos? Y ¿Cuáles son los que cuidamos?
Por ejemplo si comienzas en el evangelio y te dan la recomendación de que te cuide de ti mismo ¿por dónde comenzarías?, ¿Cuáles cosas cambiarías de primer plano? Sé que me responderían cosas tales como: de hablar, actuar, del pecado, del carácter entre muchas otras que se que me responderían.
En el matrimonio es otro aspecto de que debemos de cuidarnos más de nosotros mismo que de cualquier otra cosa. ¿De qué se cuidaría en el matrimonio? Quizás me dirán debo cuidarme de amar a mi esposa, de respetarla, tratarla bien etc.
Hermano casi siempre cuando alguien nos dice que tengamos cuidado comenzamos a cuidarnos de los demás, y en cierto es de nosotros mismo que debemos de cuidarnos.
Cuando Pablo se refiere a que se cuide de la doctrina, la palabra doctrina tiene dos significado el primero es que la doctrina es una regla o norma de conducta.
Hermanos cuando aquí nos presenta la recomendación de que nos cuidemos de la doctrina, se refiere en lo diario en que nos cuidemos de nuestro actuar propio, que nos cuidemos de cómo nos dirigimos a nosotros mismos, porque la palabra de Dios lo dice muy claro en el libro
proverbios 16:32
Más vale ser paciente que valiente; más vale dominarse a sí mismo que conquistar ciudades.
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