The Diary Game 31-10-2024: Reuniéndose en tu casa

Esta mañana me desperté como de costumbre. Me levanté inmediatamente y tendí la cama. Los niños todavía estaban durmiendo esta mañana, así que pude hacer actividades en la cocina. Cociné arroz primero y luego lavé los platos sucios. Después de 30 minutos, el arroz finalmente estuvo listo y lo llevé para hacer un arroz frito especial. También freí huevos de pato para un menú adicional. Esta mañana disfruté del desayuno con mi familia en casa. Después de terminar el desayuno, los niños también se habían despertado y los llevé a ducharse y a desayunar también.

Hoy fui a la celebración del cumpleaños del Profeta en la casa de un pariente. Desde la mañana estuve ocupada preparándome, eligiendo ropa elegante y educada para este evento.

El orador fue muy sabio, habló con claridad y me conmovió.

Después de terminar la conferencia, el evento continuó con una oración conjunta. Oré en mi corazón, pidiendo bendiciones y bondad para mí y mi familia. Este momento fue muy significativo, recordándome la importancia de mantener una buena relación con Dios y los demás.

El evento se cerró con una comida en familia. En la mesa del comedor había muchos platos especiales preparados por la familia, desde arroz amarillo, opor de pollo, ketupat y varios pasteles tradicionales. Todos comieron felices, charlando mientras disfrutaban de la comida. Esta comida sencilla fue muy especial porque se comió en un ambiente cálido.

Sentí que ese día fue realmente memorable. Después de que terminó el evento, mi esposo y yo nos fuimos a casa. Cuando llegamos a casa, acosté a nuestra bebé y me tomé un breve descanso en mi habitación.

Esta noche se sentía cálida y llena de familiaridad. Paso tiempo con mi familia en casa, algo sencillo pero muy valioso. Después de días ajetreados y llenos de actividades, por fin pudimos reunirnos todos sin prisas ni pensar en otras tareas.

Después de la cena, nos reunimos todos en la sala familiar. Mamá preparó nuestros bocadillos favoritos: plátanos fritos calientes y té dulce. El fragante olor a plátanos fritos llena la habitación, haciendo que el ambiente sea aún más confortable. Papá estaba sentado en su silla favorita, hojeando una revista vieja que por alguna razón siempre leía una y otra vez. Mi hermana estaba absorta en historias sobre la universidad y las tonterías que experimentó hoy. De vez en cuando nos reíamos a carcajadas cuando oíamos la historia.

Mi hermano pequeño, el menor, está ocupado jugando con sus juguetes nuevos. Parecía muy feliz, especialmente cuando lo mirábamos. Verlo reír despreocupadamente realmente nos entretuvo a todos. De vez en cuando, nos detenemos un momento sólo para mirar la televisión juntos. No vimos ningún programa especial, solo miramos lo que estaba disponible mientras seguíamos charlando. Parece simple, pero es precisamente esta calidez la que rara vez se encuentra.

A última hora de la tarde, uno a uno empezaron a sentir sueño. Mi hermana se quedó dormida primero en el sofá, con un rostro tranquilo y una pequeña sonrisa aún visible. Papá lo llevó a su habitación, mientras el resto de nosotros comenzamos a limpiar la sala.

Agradezco esta noche, una noche en la que sentí una cercanía irremplazable. Siento que, por muy simples que sean, momentos como este son los que más extrañaré en el futuro.

Gracias Señor por este precioso tiempo.