Me encanta la idea de compartir en esta comunidad mi percepción en relación a lo que es mi Ser como genuina trilogía. Somos una trilogía porque somos seres espirituales, seres humanos y seres sociales. De acuerdo a nuestra percepción tenemos cualidades, características, pasiones, gustos, hobbies, destrezas, debilidades y fortalezas que nos hacen únicos como todo ser vivo que habita en la Madre Tierra. Todos los seres vivos, incluyendo al ser humano, somos seres multidiversos porque la diversidad está en la especificidad de cada ser vivo. Debo decir que nuestra percepción depende de nuestra filosofía de vida, nuestras creencias, tradiciones y costumbres, nuestro credo, nuestra formación académica y espiritual e incluso depende de nuestros miedos.
Por lo tanto cuando digo que voy a compartir mi prosa reflexiva sobre este tema estoy basando mi opinión en todos los factores especificados anteriormente.

Desde muy pequeña he sido una persona con personalidad definida. Esa personalidad fue consecuencia de mi adicción a la lectura. Me encantó leer desde muy niña. Habitualmente no jugaba con mis compañeras de la escuela porque después que comía mi merienda me dedicaba a leer algunos suplementos que me prestaban en la biblioteca de la escuela y luego cuando estuve estudiando bachillerato la lectura siguió siendo una de mis pasiones. Extraño para la época. De hecho, algunas personas le decían a mi madre que yo era extraña porque me encantaba leer. Cuando ingresé a estudiar bachillerato (programa que antecede a los estudios universitarios) ya sabía que me dedicaría a estudiar una carrera relacionada con las ciencias. Me encantan las matemáticas desde muy joven y soy amante de la Madre Tierra desde que tengo consciencia. Decidí que iba a estudiar Química desde que estaba en tercer año de bachillerato. Ingresé a la Universidad Simón Bolívar (USB). Me encantó la experiencia y me gradué. Seguí mis estudios de Especialización, Maestría y Doctorado en áreas que tenían que ver con la Madre Tierra y la Química. Las veces que me han dicho en mi vida que soy extraña, sólo por ser diferente al común de las personas que por lo general se adaptan a las tendencias de las modas u otras presiones de orden social; ni siquiera me he molestado porque sé, por lógica, que jamás dos seres humanos van a ser idénticos. Me considero diferente porque soy una mujer de ciencia que inspira su vida en la Madre Tierra y asume la espiritualidad como filosofía de vida. Me encanta compartir y dar sin pedir nada a cambio, pero jamás estoy al pendiente de la vida de las otras personas. Amo estar sólo con Dios y mi jardín. Cuando llegamos a conocernos y a aprender a vivir con nosotros mismos, la soledad se hace adictiva. Dar sin pedir nada a cambio me da la posibilidad de que sea el Universo quien defina el tenor de las Bendiciones recibidas. No asumo la mentira como bandera ni invierto tiempo en discusiones estériles. Amar, reír, compartir, dar y degustar son parte de mis pasiones. Por esta y por muchas otras razones considero que soy una mujer diferente y no me dejo arrastrar por los estereotipos creados o los patrones presentados a la sociedad ni las modas o tendencias creadas a nivel mediático.

Me hace auténtica ser quien soy; sin cortapizas, sin imitar ninguna tendencia ni a ninguna persona. Me encanta ser irreverente. Soy yo quien defino lo que pienso, lo que digo y lo que hago, basando mi Ser y mi Hacer en mis premisas de vida: amor, respeto, ética, conocimiento y compromiso. Para mí, el respeto y la tolerancia son valores imprescindibles para vivir en comunidad incluso, en una comunidad en el entorno digital como la nuestra. Soy independiente emocionalmente y a nivel financiero. Toda acción que realizo la hago con la energía del amor. Por esta y muchas otras razones me considero única y especial.

Desde el punto de vista cultural me identifico con l intelectualidad. Me encanta compartir con personas cultas, educadas e intelectuales. Cultivo mi Ser en su trilogía perfecta porque alimento a mi Alma con formación e información que permita su evolución y prosperidad álmica. En cuanto a mi humanidad soy amante de la comida sensorial, de la comida que se prepara en casa sin aderezos o aditivos de origen sintético para que se llegue a cumplir el precepto de que nuestro alimento sea nuestra medicina para estar sanos y evitar así enfermarnos. Desde mi ser social procuro permanentemente actualizar mis conocimientos con cursos de actualización técnica y nuevos enfoques o temas de base estructural. No le temo al cambio. Soy una mujer que ama las transformaciones. Somos energía y por esa razón podemos transformarnos día a día. La vida es así, una constante transformación. Me encanta leer, bailar, viajar, jugar algunos juegos de mesa. Me encanta jugar Scrabble y juegos que activen mi tejido neural. Me encanta estar en contacto con la Madre Naturaleza y debo decirles que tengo un amante. Ese amante energiza mi Ser y me conecta con el Universo aumentando así mi vibración y esa vibración aumenta mi capacidad inmune, lo que evita que me enferme; y de llegar a enfermar, en alguna ocasión, estoy en las mejores condiciones para hacer frente a cualquier agente que quiera permear mi humanidad para diezmar mi organismo. Mi amante es la pasión y el amor con el cual cuido y comparto con los habitantes y visitantes de mi jardín. En mi jardín se materializa la Magia. Se materializa el Milagro de la Vida. La vida en mi jardín es transformación a diario en muchos procesos. En esas transformaciones me inspiro día a día. Mi salud depende de mi alimentación, de mis recuerdos, pensamientos, emociones y sentimientos. En esa sincronía, entre lo que pienso, lo que digo y lo que hago, está el equilibrio de mi ser consciente y la evolución de mi ser espiritual que uniendo roles determina mi ser social que comparte a diario con el Universo y con todas las personas que amo y respeto.