Apreciados amigos de #cotinaplanet, continuo con el tema de las migraciones humanas. También llamadas Migraciones irregulares por los especialistas

El fenómeno de la migración irregular ha adquirido características de Crisis Migratoria a nivel global en la última década. Durante 2022 y lo que va de 2023 la cantidad de personas que optaron por “migrar” a otro país, (forzada o voluntariamente), ha superado las capacidades de muchos países para acoger y oficializar la incorporación o tránsito de esas personas dentro de su territorio.

Ningún continente escapa en la actualidad de verse afectado por, literalmente “hordas” humanas que buscan una vida mejor a la que tienen en su país de origen. Son muchos los reportes de fronteras colapsadas y cerradas a raíz de los intentos de cientos y miles de personas de salir, y por otro lado entrar a lugar que tienen como objetivo.

En Europa y Oriente medio, España, Francia, y sobre todo Italia se esta viendo rebasada con la llegada de migrantes: marroquíes, argelinos, sudaneses, sirios entre muchos otros, a lo que se suman noticias de corrupción y aprovechamiento ilícito del dinero que organizaciones de ayuda humanitaria, destinan para atención de los migrantes.

Barcos cargados de migrantes de todo el norte de África y países árabes, vagan sin rumbo, exponiendo a sus pasajeros a múltiples problemas. Mientras los gobiernos especialmente el de Italia, por ser quizás el mas cercano a desde el Medio Oriente, clama por acuerdos equitativos para repartirse a los migrantes y refugiados. Muchos países hacen oidos sordos o por el contrario abiertamente ponen condiciones en sus fronteras.

Bien es sabido, que Norteamérica, es el primer destino meta al cual aspiran llegar los migrantes de América y muchos otros países. La legislación estadounidense aunque bajo un poco la guardia de la época de Trump, pone condiciones entre las que destacan que el asilo o recibimiento se hora previa solicitud y que la llegada debe ser vía aérea.

Esto no detiene a cientos de miles de migrantes que desde Centro y Sudamérica, intentan llegar "caminando" a Estados Unidos. En Centroamérica, al sur de Panamá, fronterizo con Colombia, se ha convertido en la vía obligatoria para cumplir el "sueño americano". En particular la Selva del Darién, un territorio selvático, casi inexpugnable esta sirviendo de canal de tránsito terrestre hasta la capital panameña por dichos migrantes, la gran mayoría irregulares.

Quiero destacar la Crisis Migratoria que se genera en el llamado “Tapón del Darién”. Un lugar que comenzó a usarse irregularmente hace unos seis años. Pero que se ha visto sobre saturados por migrantes, una selva que no posee las condiciones mínimas para asegurar la vida. Organizaciones como Médicos sin Frontera, han establecido bases de atención para atender a los migrantes en ciudades de Colombia y a la “entrada# de la Selva.

Cifras que presentan las redes sociales de ACNUR, OIM y que son reposteadas por medios de comunicación, hablan que:

La Selva del Darién o “El Tapón del Darién” es una selva tropical, es considerada una de las fronteras más peligrosas del mundo, con condiciones climáticas extremas, animales salvajes y la presencia de grupos armados delictivos.

La situación migratoria que se vive en la selva de Darién ha adquirido el status de Crisis Humanitaria. El aumento del número de migrantes ha superado la capacidad de respuesta de las autoridades de Colombia, Panamá y las organizaciones humanitarias. Los migrantes se enfrentan a graves problemas de falta de alimentos, agua, refugio y atención médica.

Las organizaciones humanitarias han advertido que la crisis de migrantes en el Tapón del Darién es una emergencia humanitaria. Piden a los gobiernos de la región que aumenten la ayuda y cooperen para encontrar soluciones a la crisis.

Como colofón, la respuesta venezolana, sobre la crisis migratoria en el Darién , se ha hecho esperar, siendo este el país de cuyo seno provienen la gran mayoría de los transeúntes del Darién. Cuando el sentido común indica que los gobiernos de la región deberían aumentar la ayuda y cooperar para encontrar soluciones a la crisis.