Concurso: ¡Me perdí!
Hace “sopotocientos” años, mi familia materna iba de vacaciones para la Hacienda "Santa Rosa", al Sur de Villa de Cura (Aragua), en un lugar conocido como "Virgen Pura". Era un lugar campestre. A mí no me gustaba, pero no me podía quedar solo en casa. Debía "bailar al son del tambor" que tocaban mi papá y mamá -como dicen por ahí- y allí, una vez "me perdí".
Aprovecharé para narrar en este concurso de @yonaikerurso lo que pasó, aquí en COMUNIDAD LATINA (COTINA), en Steemit: ¡Bienvenidos(as)!
Una mañana después de desayunar, una prima y yo, nos fuimos hasta la orilla del río para lavar los platos y cubiertos. Sin meternos al agua, comenzamos a lavarlos. A los pocos minutos mi prima grita, desesperada:
.- ¡Mira primo, un toro! -me lo enseña, porque estaba al frente de nosotros, y me dice- ¡Corre, primo, corre!
Al ver hacia el frente, del otro lado del río estaba un toro negro, bien grande, con los cachos enormes; y no era precisamente ni el "Toro de las Delicias" ni el de la Maestranza "César Girón" de Maracay. Estaba “bramando” duro, con las 2 patas delanteras, arrastraba tierra y hojas, hacia atrás. Me acordé que así hacen los toros en las comiquitas, cuando van a arrancar a correr... y dije dentro de mí: ¡Patitas, pa´que te tengo!
Mi prima soltó plato y cubiertos, pegó una carrera y me dejó solo; yo hice lo mismo, pero corrí en sentido contrario, en la misma dirección que flotaban los platos sobre el río. El condenado toro, no se fue detrás de mi prima sino de mí, y debí correr más que el "Coyote" detrás de "Correcaminos".
Yo corría, corría y corría, y el toro me seguía persiguiendo. Se me ocurrió meterme al río, pasar para la otra orilla, para ver si ese animal no me perseguía más, pero del susto se me olvidó que el río no era hondo, y ese "animalote" se metía en el agua... ¡como si nada pues!. Crucé el río. Curiosamente, quite de encima la mirada en los platos flotando aguas abajo. No quería que se perdieran... el regaño de mi abuela y mamá, iba a ser tan grande como el toro.
Del otro lado del río, el toro siguió corriendo detrás de mí; no me paré por temor a que me alcanzara. Me alejé mucho del lugar de donde salí corriendo, en ese momento me imaginé que: ¡estaba perdido! A lo lejos vi un árbol grande y allí me monté (primera vez que lo hago en un santiamén) para librarme de aquel animal gigante. Aunque ese "torote" se acercó al árbol donde yo estaba montado y se quedó allí parado.
Duré como 1/2 hora en ese lugar, de repente el toro se alejó. Aproveché para bajarme del árbol (más rápido de lo habitual), al hacerlo, cuando caí en el suelo hice ruido, el toro volteó la cabeza, me vio y comenzó a emitir “bramidos” de nuevo, dio la vuelta y empezó a perseguirme otra vez; yo pegué otra carrera y gritaba:
.- ¡Sal torito, sal! ¡Vete de aquí, vete! -y comencé a gritar llamando a mi mamá y mi papá- ¡Mamááá! ¡Papáá! ¡Ayuuuudaaa! ¡Auxiiiliooo! ¡Socorrooo! ¡Este toro me quiiereee coomeeer!
¡Lo peor es que nadie me escuchaba! Estaba muy asustado -lo confieso- porque además de la perseguida del toro, sentía que me había perdido. Sin embargo, aún corriendo debía tratar de devolverme río arriba -al contrario de mi trayecto anterior- siguiendo por la orilla, para ver si lograba encontrar mi familia. Eso hice, pero con el toro corriendo detrás de mí, aunque ya se veía como agotado... ¡Y yo también, pues, con la lengua de corbata!
Después de unos minutos, encontré a mi familia toda dispersa, buscándome, y en lo que mi abuelo me vio, me dijo:
.- ¡Hijo, móntate en mi Jeep! ¡El toro no te va a alcanzar allí! -y Y eso fue lo que hice, sin dejar de correr hasta lograrlo-
Mi querido e inolvidable abuelo agarró un trapo rojo, y comenzó a "torear" a ese gran animal. Mi abuela se subió al Jeep conmigo, me ayudó a cambiarme la ropa mojada, ponerme ropa seca y limpia, y me dio algo de comer. Él -mi abuelo- era un hombre nacido y criado en el campo, rodeado de animales; y ella -mi amada abuela- criaba animales.
Bueno, y a pesar de que me perdí momentáneamente, yo mismo busqué una solución y la encontré. Pero, en la actualidad, no me le acerco ni a un toro ni a una vaca, ni loco. ¡Ja,ja,ja, me da miedo! ¡Y los platos? ¡Brillaron por su ausencia! (los cubiertos si se recuperaron).
Gracias a COMUNIDAD LATINA (COTINA) y Yonaiker por esta actividad, y a todos los steemers, por su atención. Aprovecho para invitar a: @pandora2010 ■ @luimer79 ■ @mvchacin (Publicación original con normas →AQUÍ←).
¡Hasta pronto!
Jajjajajjajaajajaj
Mira la verdad qué fuerte todo, no me quiero imaginar el susto que viviste y mira qué increíble es como la adrenalina te hace hacer correr río abajo, correr más rápido que un toro, cruzar un río entre tantas piedras y de paso poder subir un árbol
Me alegra que tu abuelo te haya ayudado y bueno muy mal por esos platos
Por cierto no sabía que eras de aquí Aragua, espero verte en el meet up
Saludos
Creo que corrí con un poquito de suerte porque el toro como era grande y gordo o pesado, se paraba como a descansar y después seguía corre que corre.
E río no tenía muchas piedras pero si demasiadas hojas y al pisar me daba grima. Gracias a Dios tampoco tenía vidrios ni basura y el agua era cristalina.
Subirme al árbol y bajar no es algo que hago, sino en ocasiones muy raras. Me subo fácil pero no me puedo bajar porque me ataca el vértigo. Jajaja.
Sí, soy de Villa de Cura, del sector Centro. Mile16 es mi vecina de pueblo.
Saludos amigo 💯❤️🇻🇪
Esa subida de árbol se llama exceso de Adrenalina jejejeje que buena historia.
Fue muy inteligente correr rio arriba y no seguir hacia abajo y perderse más de lo habitual, afortunadamente su prima estaba con usted y allá momento de separarse ella fue por ayuda.
Le deseo muchos exitos y suerte en el concurso 🤗
Creo que como mi prima fue la que vio al toro primero, le dio chance de correr antes que yo, que comencé a hacerlo ya cuando ese animal tan grande, iba detrás de mí. Ella si logró correr para donde estaba toda la familia concentrada.
Correr por la orilla del río fue lo que se me ocurrió, para tratar de no perderme más de lo que me perdí al alejarme monte adentro.
Es una experiencia que siempre recuerdo. Mi papá la contaba con mucha gracia.
¡Gracias por comentar y saludos!
¡Éxitos!