Dicen que las historias se cierran al fallecer, que las almas en pena no existen, que los fantasmas son simple invención humana.

El sofá era parte de la casa de mis abuelos; en un principio lleno de vida, cómodo, de un rojo intenso. En la actualidad, del brillo de un objeto creado para lucir, solo quedaba polvo, hoyos, recuerdos que poco a poco se vuelven nada.

En sus tiempos de gloria, el sofá era un punto de encuentro, un sitio para nuestro descanso, el “ponte cómodo” de los abuelos, y tal vez, la cama de un viajante cansado de recorrer.

Al ver en la actualidad ese sofá, su desgaste y el poco color que queda de él, no dejo de pensar ¿Y si en realidad el alma de mis abuelos se encuentra allí? ¿Merece ese polvo? ¿Merece el descuido? Y doy por sentado que tal vez al morir, parte de nosotros quedan en los objetos que por tanto tiempo nos pertenecieron.

En este viejo sofá en el pequeño rincón del ático, preferí sentarme para recordar la comodidad de su tiempo, pero no estaba, se había desvanecido, como si toda su esencia se hubiera arrebatado de la noche a la mañana. Así como mis abuelos, que estuvieron, y un día fueron apartados de mí, o al menos eso sentía.

El viejo sofá no era cómodo, tampoco estaba muy limpio, pero no me importo. Solo quería embriagarme de recuerdos de mi pasado, de momentos que me llenaron de felicidad. Decidí descansar, cerrar los ojos, dejar de pensar.

El silencio no era abrumador, de hecho sentía paz, pero también compañía, una leve corriente que invadía.

—Siempre estaremos contigo

Fue lo único que escuché, pero esas dos voces al unísono susurrando fueron suficientes para saber, que ellos estaban allí, en el viejo sofá.

¡Muchas gracias por leerme!

Invito a @shasiki, @germani34 y @abizz0711 a participar, aquí esta el Post con sus reglas.

Si alguno ya lo hizo ¡Invitenme! Los quiero leer.

Te invito a leer mi presentación ¡Hasta la próxima!