Mi día comenzó algo temprano, pues aunque no estoy trabajando, me había comprometido para acompañar a mi hija para el SAIME de Caricuao a sacar su cédula de identidad, el objetivo a parte de acompañarla era cuidar del bebé mientras ella hacía su trámite.

Al despertar le dí gracias a Jehová por un nuevo día de vida y me levanté a asearme, montar el café y las arepas pues mi hija tenía su cita para las 10:00 AM, no es lejos pero los carros se tardan. Salimos y al llegar a Caricuao mi hija tuvo casi que correr porque ya eran las 10 mientras que yo me quedaba con el bebé, ella entró y más fue el tiempo que nos tardamos llegando que ella sacando la cédula, fue súper rápido.

Al salir del SAIME resulta que está situado justo al lado del zoológico de Caricuao, y decidimos aprovechar para pasear un rato con el niño, es la segunda vez que lo llevaban pero la primera vez que pudo disfrutar realmente porque la vez anterior estaba demasiado chiquito.

Disfrutamos bastante sobre todo de un tigre de bengala blanco, bueno no del todo es como beige con las rayas marrones. De verdad una creación majestuosa de Jehová , nunca lo había visto de tan cerca y cuando llegó su cuidador el lo reconoció inmediatamente y hasta lloraba por él, por cierto, el tigre se llama Rocky 🤭. Hay dentro del mismo parque un zoológico de contacto, dónde hay ovejas, ganzos, patos, pavos, cerdos vietnamitas y uno puede interactuar con ellos.

Se hizo la una de la tarde y el estómago lo sabía, teníamos que buscar algo de acuerdo a nuestro presupuesto y que pudiera comerlo el bebé. Nos decidimos por unos mini lunch que estaban frescos del día y muy sabrosos. Después de comer nos quedamos un rato en la grama luego terminamos nuestro recorrido y decidimos irnos a casa.

Al llegar a casa me encontré con 2 sorpresas: una que había llegado mi hijo y mi cuñado y la otra era que mis sobrinos y mi hermana Yanet le habían preparado una agradable sorpresa de agasajo a mi hermana Nailyn y a su esposo por su aniversario Nro. 5. Ella rompió a llorar porque no se lo esperaba. Ahí se le cumplió uno de sus sueños, falta el de la playa.

La pasamos muy agradable, mi sobrina les hizo una torta y unos pasapalos y mi querida hermana estaba muy animada pese a tanta adversidad. Agradezco a Jehová por sus bondades.