Durante muchos años los expertos han investigado al ser humano bajo una emoción la cual es motor de consecuencias a veces no muy satisfactorias, y aunque el homo sapiens es un ser pensante se deja llevar muy fácilmente por las emociones.

Puedo separarlo o asociarlo a una emoción natural y un poco primitiva, la cual es utilizada para protegerse o defenderse, y he aquí la mayor expresión de toma de decisiones menos acertada; nace de un simple cansancio, un momento de irritación, el estrés de la rutina diaria, también puede ser causado por necesidades básicas y otras no tan básicas pero que pensamos que son fundamentales para nosotros, por otro lado puede ser provocado por un mal trabajo en equipo, un comentario, la omisión de una información relevante, incluiremos la falta de educación, perdidas de allegados o perdidas monetarias, el ruido, los conflictos por equis causa que llevan a un extremo marcado, y este lleva al enojo a veces injustificado.

¿Cuándo fallamos?

Fallamos cuando nos dejamos llevar por el enojo y en vez de pensar con el cerebro, pensamos con las vísceras, ejemplo tangible es cuando tenemos un enojo adquirido en el ambiente, a este lo llamamos enojo equis motivo, el mismo que no descargamos y cuando tenemos una discusión socializada con alguien pasa lo siguiente.

Ambiente= individuo+enojo= falta de razón
Falta de razón+ individuo*enojo= conflicto
Conflictos+falta de razón+ambiente/enojo= erratas

Esta es la forma como yo veo el enojo y la toma decisiones, ustedes pueden observarlo de otra manera o diferir de mi criterio, pues aquí todo es válido, ahora bien, el enojo en ciertas circunstancias es muy bueno y en otras puede convertirse en nuestra peor elección u ocasionarnos un inconveniente.

¿El enojo puede jugar en nuestra contra?

La respuesta es sí, este puede llevarnos en el momento menos previsto a encontrarnos con factores no analizados o no esperados, uno de tantos casos es cuando un estudiante se encuentra en clase y es molestado constantemente por sus compañeros sin razón, el estudiante hace uso de la tolerancia, soporta, aguante, resiste hasta que en un minuto su temple se viene abajo y el enojo se apodera de él, los dos grupos que podemos analizar u observar son los siguientes:

1. Se levanta del asiento respira profundo y se retira del salón educadamente.
2. Amablemente le pide a su compañero que deje de molestarlo.

1. Se levanta enojado da vueltas y golpea a su compañero hasta cansarse.
2. Descarga su enojo contra su compañero y ofende verbalmente a su tutor.

Supongo que ya todos tienen la respuesta, y la verdad es que esta pregunta está enlazada con la anterior, pues sí, en algunos momentos, en algunas circunstancias no pensamos, no meditamos, solamente nos dejamos llevar por esa emoción y hacemos o decimos cosas que no queremos o que no sentimos.

Cosas que debemos hacer ante el enojo, colocadas en práctica por @ambarve:
a) Respira profundo.
b) Medita.
c) Camina.
d) Cuenta del 1 al 20 o hasta que sientas que ya no sientas el enojo.
e) Sal a correr.
f) Golpea una almohada.
g) Grita.
h) Limpia.
i) Cocina.
j) Juega con una pelota anti estrés.

Invéntate una que te ayude a relajar, y cuando estés muy enojado lo mejor es alejarse de las personas, a veces estar con uno mismo es bueno, quien quita que la soledad te sirva para pensar y que el enojo pase.

Quizás estas técnicas no te sean factibles, pero lo que sí quiero es que entiendas que pasamos por momentos muy difíciles, y el enojo está en una esquina esperando adueñarse de ti, medita lo que haces y lo que dices cuando estás enojado, porque un enojo te podría hacer perder, el trabajo, la confianza de alguien hacia ti, o a esa persona importante.

Te deseo un feliz inicio de semana, respira profundo coloca música y no olvides que todo en nuestro alrededor tiene solución menos la muerte, y cuando te enojes recuerda que estás matando neuronas que ahorita no te hacen falta, pero más tarde las necesitaras.

Los invito a contarme que cosas han hecho cuando el enojo se apodera de su razón.
Saludos y un fuerte abrazo su amiga @ambarve.