Concurso Steem Women club Engagement Contest1

Cambio de vida y pensamientos en pocas horas

Escrito original de @theatrorve
Miercoles 27 04 2022
#SteemWomanClub
#club5050

¡Saludos!... Un cordial saludos a todos los miembros de la comunidad #SteemWomanClub y al resto de la gran familia #Steemit.

Acá mi participación en el concurso ESCRIBE SOBRE LA MUJER/HOMBRE IMPORTANTE EN TU VIDA. ¿POR QUÉ SON IMPORTANTES? que se organiza en esta comunidad y que forma parte del macro proyecto emprendido por el ecosistema #Steemit.

Nos piden, en esta oportunidad, que mencionemos y hablemos de una persona que consideramos más importante en nuestra vida. Es muy normal para mí que vea que la mayoría de los participantes elijan a su madre o padre o algún familiar cercano para escribir sobre ello.

Vengo de una familia muy, pero muy atípica y siendo la oveja negra de la misma, generalmente las personas influyentes o importantes en mi recorrido están fuera del núcleo familiar.

¡Ojo!, a mi manera quiero a mi familia y le estoy muy agradecidos a mi madre y padre por la vida y mis primeros años de vida, pero simplemente no somos munidos como la mayoría de los núcleos familiares que uno conoce.

En mi caso, elegiré a una persona que solo en unas pocas hora en un día cualquiera logro cambiar el rumbo de mi camino y la forma de ver y pensar sobre la vida. Lo más impresionante de escribir sobre esta persona es que no sé cómo se llama, donde vive y ningún detalle más que pudiera justificar algo especial.

En este punto del escrito, los que hayan llegado hasta aquí, se preguntaran ¿Que locura elegir escribir de una persona que es prácticamente un desconocido? Parte de lo que aprendí de ese ser aquel día fue: Que no importa el tiempo que una persona acompañe a uno durante la vida, lo importante es lo que puede enseñarte ella a ti.

A continuación las acciones:

Un día, hace algunas vueltas atrás del calendario, muchas para ser sincero, amanecía en la calle por motivo de haber asistido a un concierto de metal con algunos amigos y amigas.

Nos habíamos quedado a las afuera del recinto del evento compartiendo con algunos viejos y nuevos conocidos. Está claro que aquel compartir está ligado al consumo de alcohol, música, instrumentos, notas musicales, bandas, entre otros, eran los temas de conversación.

Ya con la aparición del astro rey algunos de nosotros tomamos la decisión de emprender el viaje de reguero a nuestras respectivas casas. Como ninguno de nosotros no tenía en ese momento un vehículo propio y el sistema de transporte público todavía no está en funcionamiento, nos vimos en la necesidad de emprender el viaje a pie.

No fue desagradable hacerlo ya que las bromas, comentarios y demás acciones normales que suceden en un grupo de personas no dejaron existir. En el recorrido, la aparición del astro rey era más evidente y con él, iba en aumento el calor del día.

A medida que avanzábamos por las diferentes calles y avenidas de la ciudad que comenzaban a poblarse con peatones que algunas ocasiones reaprovechan el hecho de vernos amanecidos proveniente de una fiesta u otros que nos veía con nostalgia, como si ya en sus vidas no pudieran imitar nuestra alegría.

Quizás ya el reloj había recorrido dos horas del día y el avance por la ciudad había sido significativo. Sin embargo un sentimiento de gran vacío invadía el interior de cada uno de los miembros de la caravana.

El hambre atacaba y había que buscar una manera rápida de contrarrestar ese ataque. En nuestra vía había una panadería y en ella nos sentaríamos todos los miembros de la expedición a consumir algo de comida.

Era una época donde mi situación económica y la situación económica del país eran bastante estable. Por ello entre a la panadería y decidí pedir los materiales necesarios para prepararme un buen emparedado. Mi idea era prepararme un llamado submarino, o por lo menos hacer el intento de imitación.

Pan largo tipo campesino, jamos de pavo, queso amarrillo tipo Frailes, salchichón, una lata grande de diablito, queso crema, a falta de tomate, cebolla y lechuga fueron buenos complementos la salsa de tomate, mayonesa y claro, la mostaza. Aparte de una botella plástica de dos litros de gaseosa. Cuando se es joven no hay límite para el consumo de cualquier cosa y de cualquier cantidad.

Salí del negocio con mi botín y con algunos instrumentos de cocina que solicite en préstamo y me senté en un área recreativa que se encontraba cerca. Con todos los ingredientes colocado en uno de los mesones que aquel sitio, dispuse de todo los ingrediente y comencé a preparar mi desayuno.

Abrí el pan y de forma disciplinada, fui colocando una buena porción de cada uno de los ingredientes que llevaría el emparedado. Mientras realizaba mis labores culinarias callejera fui visitado y supervisado por un canino que se encontraba cerca de mi ubicación.

El canino compartía la cara de asombro que algunos transeúntes mostraban al ver la inmensidad de tamaño que iba tomando el emparedado que fabricaba con tanto afán. Terminado el trabajo. La belleza de aquella comida podía compararse con cualquiera expuesta en una cadena de comida rápida de renombre.

Un leve gemido desvió mi atención del producto que me consumiría. El rostro hambriento que emitía aquel sonido me hizo reflexionar y corte un pedazo de aquel emparedado y se lo acerque al canino. Al final había sufriente para él, para mí y para otros más. Como siempre, había exagerado en la cantidad.

El canino tomo el pan y camino unos metros hasta otra mesa que estaba en el sitio recreativo. Allí estaba un hombre sentado, específicamente un vagabundo que asumí seria en dueño del canino que me había visitado.

Me impresiono que el canino coloco el pedazo de pan relleno casi en las manos de aquel hombre y se sentó a esperar. El hombre tomo aquella porción de comida y la dividió en dos, dándole una parte a su proveedor y consumiendo el resto.

Me sorprendió la camaradería entre ambos seres y con la posibilidad en mis manos y bolsillo, le pedí a uno de los miembros de la caravana que regresábamos a casa que cuidara la comida que tenía en la mesa.

Entre a la panadería, compre otro pan y un litro de jugo en cartón y retorné a la mesa de donde cree mi desayuno. Tome el pan y lo rellene con el resto de los ingredientes que no había usado. Tome mi pan el que había rellenado y me mude de mesa.

El hombre al verme acercarme casi emprende la huida del lugar. Le indique que no lo hiciera y que por favor recibiera aquella comida que quería entregarle. Con un poco de recelo aquel hombre acepto la comida para acto seguido hacer una división y entregarle una porción al can.

Un hombre de edad madura, quizás con la misma edad que poseo en la actualidad. Se notaba en su apariencia que llevaba mucho tiempo viviendo en y de la calle. Cabello largo y descuidado, piel opaca por la suciedad, ropa que se deshilachaban por el mal estado.

Ambos seres degustaban de aquella comida de una manera especial. Yo no me quede atrás y me uní al banquete con mi propia comida. Aquel señor poco a poco fue bajando su defensa y eso dio paso a que se generara una buena conversación.

Es increíble como una buena conversación que posee otro punto de vista de la vida, de experiencias vividas por otros ser, llena de empatía, de anécdotas sorprendentes, de enseñanza, puede cambiar la percepción personal al punto de hacerte ver la vida girando el prisma de color con que la veáis antes.

Pasaron muchas horas de conversación. El sol ya había superado el meridiano del día y yo todavía estaba allí escuchando a aquel hombre y compartiendo un gran rato agradable. Mis compañeros de viaje habían continuado su camino y me había dejado atrás.

El vaso del aprendizaje ya había llegado al límite de ese día y sentí la necesidad de irme para asimilar toda aquella experiencia vivida por mí con aquel hombre y su amigo canino. Me despedí de mi nuevo amigo y emprendí la marcha a casa.

El resto del día y los días siguientes las conversación con aquel mendigo seguía dando tumbos en mi mente. Comencé a ver las cosas dándole otro valor, la importancia que acreditaba a cada persona que conocía ya no se basaba en cosas vánales o carentes de importancia.

Las cosas básicas de la vida se redimensionaron y sobrepasaron a otros ámbitos que, ahora, considero infravalorados. Apreciar los pequeños detalles es algo que me llena de mucha tranquilidad. Vivir de cosas sencillas alimenta mi alma con total plenitud.

¡Ojo!... quiero aclarar que no me convertí en un hippie o un monje budista. Respeto quienes practican estos estilos de vida. Todavía me gusta disfrutar de cosas buenas, de una buena comida o ir al cine o apreciar un paseo a un centro comercial, simplemente es que ya no son cosas básicas y obligatorias en mi vida.

También está claro que aquel ser no fue el único que logro influir en mí para cambiar mis ámbitos y convertirme en el humano que considero debería ser. Pero tengo claro que aquel mendigo abrió la puerta aquel día en que pude compartir una comida y una buena conversación con él y su compañero canino.

Lo que más me sorprende es que no recuerde su nombre ni tenga una fotografía de él. Que a pesar de volver en varias oportunidades a aquella zona recreativa para volver a tener una conversación con él, nunca pude volver a encontrarlo.

Definitivamente una de las personas más importantes en mi vida es un ser anónimo. Una persona que con sus experiencia logro nutrir el camino que recorrería en mi vida.

Muchos de los que leyeron esta publicación asumirán muchas cosas. Que quizás invente la historia, que es una exageración en cuanto a lo que pudo afectarme espiritualmente aquel encuentro. Otros dirán que Dios, El Universo o La Vida colocaron aquel en mi camino para que me guiara y así un sin de hipótesis.

Lo cierto es que si existen países que rinden honores de alto rango a tumbas de soldados desconocidos, entonces considero que a pesar de contar con un gran número de personas que han sido, son y espero sigan siendo importante en mi vida, aquel ser anónimo puede recibir de mí un reconocimiento contando la experiencia de nuestro momentáneo encuentro en el camino de mi vida.

Si quieres conocerme un poco más visita mi publicación de presentación en Steem atreves de este enlace

Gracias a #Steemitblog por crear este tipo de iniciativas y a #SteemWomanClub por permitirme publicar en esta comunidad

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