PAOLA DISEÑO by @mama.inmigrante

      Hablarles de Paola Diseño, es hablarles de un sueño. Lo inicié en el año 2015 en mi querida primogénita, en busca de una ayuda económica, nunca surgió como emprendimiento del cual yo pudiera vivir. Pero, como bien dicen por ahí, "si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes", y una cosa fue llevando a la otra. Me quedé desempleada estando recién graduada y pues, llegó a mí a través de mi mamá, un grupo de mujeres productivas que se organizaban en bazares o expo ferias y me hicieron la propuesta de si yo quería ocupar un lugar en uno de sus bazares y no lo dudé. Lo hice con miedo pero lo hice. Para mi sorpresa, la aceptación fue increíble, recuerdo que vendí todo lo que llevaba y me fui a casa con un montón de pedidos. Ni yo misma podía creerlo, me tocó abrir redes sociales para empezar a organizarme y en muy poco tiempo me di a conocer muchísimo como la chica que hacía lazos, moños, tutus y disfraces para niñas en mi ciudad natal.

      Como esas cosas del destino que les platico, que una cosa fue llevando a la otra, en Cumaná abrió un Centro Comercial que hoy en día es el más importante de la ciudad. En ese entonces, año 2016, estaban promoviendo muchísimo la renta de pequeños locales comerciales y mi esposo que en aquel entonces era mi novio, decidió creer en mi más de lo que yo misma creía y me dijo “Vamos a montar un Paola Diseño en Hipergalerías”. La verdad, yo lo veía muy lejano, lo creía casi imposible, pero para Dios y la determinación de un par de soñadores, logramos no solo conseguir el local, sino materializar por completo un sueño. Así, en julio del año 2016, abrimos Paola Diseño en un centro comercial prácticamente solo, pero creíamos muchísimo en el proyecto.

      Nos fue increíble desde el primer día. Fueron días de muchísimo trabajo, sólo nosotros iniciamos con todo. Había que cumplir los horarios del C.C, llevar cuentas, armar pedidos, surtir el local (teniendo en cuenta que todo se hace a mano y lo hacía yo). De hecho a él también le toco aprender de manualidades para adelantar trabajo. Fue una época hermosa que recuerdo con mucha nostalgia. Pudimos tenerlo tres años, incluso con ayuda de increíbles chicas logramos mantenerlo un año estando lejos de nuestra tierra, pero por decisiones de la plaza comercial debimos cerrarlo.

      Salimos de Venezuela y como todo sueño inmigrante, no contemplamos otro ingreso que no fuera ese. Después de todo, era la manera de ganarnos la vida en nuestro país. Llegamos a México y empezamos a movernos vía on line y ese popular "de boca en boca", que si la amiga de la amiga, de la vecina, de la tía, y así sucesivamente. Rápidamente, empezamos a buscar locales comerciales para tener lo que en Venezuela habíamos tenido, pero vuelvo a repetirlo, "si quieres hacer reír a Dios cuéntale tus planes." Efectivamente logramos abrir un Paola Diseño en México, pero nada resultó como lo planeamos.

      La falta de experiencia en otro mercado que no fuera el de Venezuela, nos llevó a tomar malas decisiones: renta muy cara, muy mala ubicación del C.C que elegimos y el no estar tan bien posicionados en un mercado tan competitivo como este, nos llevó al cierre en tres meses de nuestro primer local, lejos de nuestro país. Evidentemente, había que salir adelante, debíamos buscar las maneras de pagar una deuda de inversión que hasta la fecha seguimos cubriendo, mi esposo ubicó un trabajo y yo sigo apostando a esto. El sigue creyendo en mi y en mis sueños con Paola Diseño. Sigo haciendo, exponiendo mis diseños por redes sociales, y aprender que el buen emprendedor aprende de sus caídas. Pero de eso se trata la vida, caerse y volver a levantarse.