Había una vez en una comunidad de pericos un niño llamado Drogo, el cual era el más peculiar de la manada, siempre tenía ideas alocada que para muchos eran extrañas, y se burlada de él, pero para la sorpresa de muchos la época de navidad seria de muchas sorpresas y aprendizajes.

A 10 días de navidad, cada integrante de la comunidad de pericos ya buscaba adornar su casa con luces y como era tradición buscaban los pinos más bonitos para adornar, pero Drogo al ver a sus compañeros estresarse por conseguir el pino más hermoso para aladear sentía que él quería algo diferente, que la navidad no solo era una época para aladear de tener más cosas o el pino más lindo, sino de disfrutar de la compañía de sus seres queridos, así que el tomo la tarea de decirle a sus comparemos que no se preocuparan por encontrar el mejor pino, sino que disfrutaran del momento, pero como era costumbre muchos de ellos se rieron de él y le dijeron que estaba loco, Drogo se sintió muy triste ante la reacción de sus compañeros así que decidió irse a casa.

Cuando iba camino a casa se distrajo pensando en que como se pierde el tiempo con vanidades cuando la felicidad esta en esos pequeños momentos que compartimos con los seres que amamos, puesto que la vida es efímera, sin darse cuenta se metió por un camino diferente, pero encontró un hermoso huerto de cactus, del cual quedo enamorado, así que se llevó uno a casa y lo decoro.

Los días transcurrieron y a un día de navidad los integrantes de la comunidad de pericos no se esperaban que ocurriera una tormenta que acabaría con sus exuberantes decoraciones, todos muy tristes pensaron que ya no tendrían navidad, que era el fin, no tendrían tiempo para seleccionar nuevos pinos para adornar, por lo que Drogo vio que su cactus seguía intacto, se le ocurrió la idea de decirle a sus compañeros para recolectar pequeños cactus y decorar, muchos creyeron que estaba loco y otros se sintieron esperanzados de recuperar la alegría de la navidad, así que Drogo emocionado guío al huerto de cactus a los pocos compañeros que creyeron en su idea, donde poco a poco se iban integrando más integrantes de la comunidad y sin darse cuenta ya todos estaban de regreso en casa decorando sus pequeños cactus con alegría y compartiendo luces, disfrutando de un momento único, así que todos los compañeros de Drogo que se habían reído de el por sus ideas se disculparon y le dieron las gracias porque se habían dado cuenta que la esencia de la felicidad no estaba en tener las mejores cosas para alardear sino en disfrutar de los pequeños momentos con sus seres queridos, como lo estaban haciendo en ese momento al decorar en familia y en unión con amigos sus pequeños cactus, sin duda tuvieron una hermosa navidad llena de alegría.