Concurso.Creando Historias Semana #29: Mi Batalla Campal entre la Vida y La Muerte con un asesino serial invisible el Covid 19. By @scarlex

Paciente femenina de 38 años sin antecedentes de base refiere tos seca, disnea de moderado esfuerzo y malestar general, motivo por el cual es evaluada donde se indica prueba de antígeno para covid por hisopado nasofaringeo que resulta positivo. Paciente se encuentra recibiendo oxígeno por mascarilla con reservorio a 14 litros por minuto.

^{Foto de mi propiedad}

Nunca imaginé el resultado que tuve que recibir aquel fatídico día en que mi vida se resumiría a ser el complemento de un respirador artificial que tomaría por completo el control de mi cuerpo, no podía creer que realmente un asesino serial invisible sería capaz de acabar con mi voluntad y con mi fuerza, siempre creí que mi mente dominaría cada pasa que mi ser debía dar y no creí que fuera vulnerable ante una enfermedad que terminó siendo tan inminente que arrebató todo de mí a su paso dejando una estela de soledad y silencio absoluto en aquella cama de aquel hospital que se volvió en el lugar donde me tocó librar la batalla campal entre la vida y la muerte.

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El día en el que salí del laboratorio con mi prueba en mano y supe que mi examen era positivo para covid 19 pensé que una simple gripe jamás me arrebataría la posibilidad de estar junto a mis hijos Sandra, Mario y Julieta, ellos serían la fuerza para luchar contra ésta enfermedad que a fin de cuentas no podría acabar con la vida de alguien como yo que gocé siempre de buena salud, definitivamente siempre me negué a pensar que algo malo podría llegar a pasarme estaba preparada para todo en ésta vida, un resultado de un laboratorio no podría cambiar mi convicción de que mi cuerpo podría resistir hasta el más duro embate que la vida decidiera poner en mi camino.

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A todas luces desde el inicio de éste suceso atípico llamado "Pandemia" creí que debía ser una locura, un plan de las élites, me hice eco de cuánta cadena o desparpajo mediático ví en internet al respecto porque éstos sólo me confirmaban que yo de ninguna manera me sumaria a usar ese accesorio de moda de uso obligatorio llamado tapabocas, me negué rotundamente a creer en el poderío de una enfermedad que para mí era tan lejana, como una pesadilla de esas que te dejan un mal sabor de boca pero que al final del día sabes que en realidad nunca te va a pasar nada semejante.

Para mí el covid 19 eran estadísticas aleatorias de los medios de comunicación, un virus cualquiera que un buen te de limón con poderes mágicos no pudiese curar y fuera la tabla de salvación ineludible ante algún síntoma aparente, nada serio, nada que pudiera postergar mis viajes a la playa, mis fiestas familiares o visitas a centros comerciales, mi vida no se iba a detener tras un tapabocas y un distanciamiento y confinamiento cancerígeno que me sirvió algunas veces para pensar ¿No puede ser tan malo todo esto? ¿O si? O al menos esa era mi manera de pensar hasta hoy desde éste cuarto de hospital mirando con ojos de misericordia un respirador artificial que me ataja de un vacío cruel oscuro e inminente a mis espaldas.

Debo confesar que para cuando decidí concientizar la gravedad de éste holocausto el rumor de la muerte de algunos amigos con causa de fallecimiento covid 19 habrían sido el detonante de ésta reflexión que para mi infortunio hice demasiado tarde; placas de rayos X de mal pronóstico, inyecciones increíblemente seguidas y dolorosas y un incesante cansancio que acompaña a una fuerte opresión en mi pecho fueron el flagelo y el castigo merecido ante los errores que decidí cometer cada que mi tapabocas iba en mi barbilla, en mi frente, en mi bolso, en mi mano y debajo de mi nariz porque me sentía ahogada.

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El tapabocas me hacía sentir ahogada ¡Ahogada! Ahogada me siento ahora que lucho por respirar, ahogada me siento ahora que he escuchado que los doctores me enviarán a terapia intensiva porque mi requerimiento de oxigeno es cada vez mayor y que mis fuerzas se agotan y solo puedo pensar ¡Que tonta fui! Ahogada estoy ahora entre mi cuerpo y mis sentimientos que se conjugan en una sensación de dolor físico y espiritual, un dolor que en ocasiones me arrebata la esperanzas para seguir.

¿Qué gripe? ¿Cuál Gripe? Era mi pensamiento incesante ante todo este suceso mundial y aunque hoy soy parte de una estadística más de contagiados por covid 19 sólo espero que mi familia no tenga que sufrir las consecuencias de mis acciones, no quiero que ellos deban verme morir o aún peor pasar por éste dolor de tener que luchar contra un mounstro invisible, que te asfixia, te golpea, te debilita, te desespera, hasta el punto que con todo el poderío te hace oír el grito de conciencia que te dice ¡Tal vez ésta batalla será imposible de ganar! ¡Tal vez hoy la mente no dominará tu cuerpo y sucumbirás sin querer ante el impacto más abrumador que tu cuerpo vivió jamás!

Sólo pido que un milagro me saque con vida de éste lugar y oro porque cada persona que piensa como yo pensé en algún momento se convenza de que ésta enfermedad va mucho más allá de lo que hemos decidido creer, que el egoísmo que una vez me invadió cuando no tomé las medidas de precaución contra el covid 19 y miré todo con ligereza cese en mí y que otros no tomen las decisiones que yo tomé. Solo pido a Dios una oportunidad para seguir respirando, pero mientras pasan las horas siento que mi cuerpo está atormentado, cansado de luchar y miro con estupor y resignación el resultado final de mi irresponsabilidad.

Observo doctores que apenas si alcanzo mirar sus ojos tras unos trajes de protección correr cerca de mí de un lado a otro tratando de ayudarme, mis manos azuladas, el poco aire que siento entrar a mis pulmones y mi cuerpo lleno de moretones creo que son la antesala del momento al que todos estamos destinados llegar algún día sólo que no sabemos cómo ni cuando será, realizo mis últimos esfuerzos pero creo para éste momento sólo debo aprovechar las pocas fuerzas que me quedan para enviar mis bendiciones a mis tres ángeles que me esperaban en casa y aunque no pude volver como les prometí voy a cuidar siempre desde donde Dios tenga destinado llevarme.

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A las 3 de la tarde de un 23 de Agosto 2021 se contempló en aquel cuarto de hospital la parada cardíaca de la paciente tras 30 minutos de maniobras de resucitación cardiopulmonar el médico de guardia y su personal a cargo determinaron que no hubo maneras de revertir el paro cardíaco y respiratorio de la paciente dando como causa de muerte insuficiencia respiratoria aguda secundaria a infección por Sars cov 2.

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Tomemos conciencia ante este asesino serial invisible, la historia anterior aunque ficticia es la historia real que se vive diariamente en muchos hospitales del mundo, el covid no diferencia raza credo o edad, las medidas de prevención y una fe infinita en Dios podría salvarnos de vivir el flagelo de la muerte a manos de éste misterioso e inquietante virus que tal vez llegó para ser la pesadilla peregne de los tiempos actuales y venideros. ¡Por tí, por mí, por todos, mantenganos el distanciamiento social, lavemos nuestras manos y usemos el tapabocas!.

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Y aquí mi participación para éste gran concurso del cual confieso estar enamorada porque me permite crear historias relatos y de alguna manera tener la esperanza de llegar a muchos corazones que puedan leer mis palabras, agradecida contigo amigo @adeljose por ésta gran dinámica a tu cargo yo siempre feliz de estar aqui con todos ustedes participando en ésta la gigantesca comunidad de creativos Steemians World of Xpilar. Espero haber hecho un llamado a la conciencia de muchos y que haya Sido de su agrado sin más les envío infinitas bendiciones. ❤️

^{Todo el contenido y la idea anteriormente observada fue creada por mí en su totalidad las imágenes me pertenecen fueron capturadas con mi teléfono Blu Studio X9 HD y mi cámara Samsung ES80 por lo que es contenido 100% original libre de plagio y exclusivo para Steemit. By @scarlex}