"UNA IMAGEN, UNA HISTORIA".📸📸

¡Hola amigos de Steemians!

Me complace participar en este concurso de World of Xpilar, promovido por nuestra querida amiga @franyeligonzalez.

Belkys se despertó aquella mañana con el ruido intermitente de las gotas de lluvia golpeando la ventana de su habitación. Un día lluvioso se extendía sobre la ciudad, tiñendo el ambiente de un gris suave y refrescante. A pesar de la tentación de quedarse acurrucada bajo las mantas, Belkys tenía un plan emocionante para el día: iba a encontrarse con su amiga Susana para almorzar juntas.

Hacía semanas que no se veían y Belkys estaba deseando ponerse al día con Susana. A pesar de la lluvia persistente, decidió no cancelar su cita y se preparó para salir. Se vistió con ropa cómoda y práctica, y metió un paraguas grande en su bolso antes de aventurarse en las húmedas calles de la ciudad.

Susana y Belkys habían acordado encontrarse en un pequeño restaurante acogedor que les gustaba a ambas. Cuando Belkys llegó, vio a Susana esperándola bajo un gran paraguas de colores igual al de ella en la entrada del lugar. Ambas se saludaron efusivamente y se dirigieron juntas hacia una de las mesas al aire libre, protegidas por enormes sombrillas que las resguardaban de la lluvia.

Se sentaron frente a frente y abrieron sus propios paraguas para asegurarse de que no se mojarían mientras disfrutaban de su almuerzo. El aroma de la comida recién hecha se mezclaba con el olor fresco de la lluvia, creando un ambiente acogedor y tranquilo a su alrededor.

Belkys y Susana comenzaron a charlar animadamente, compartiendo anécdotas, risas y confidencias como si no hubiera pasado el tiempo desde la última vez que se vieron. Hablaban de sus trabajos, de sus familias, de sus sueños y planes para el futuro. La lluvia seguía cayendo con suavidad sobre el techo de las sombrillas, creando una melodía relajante que las envolvía en una atmósfera de complicidad y amistad.

El tiempo pasaba volando mientras Belkys y Susana disfrutaban de su almuerzo y de la compañía mutua. Se sentían felices de haber decidido encontrarse a pesar del clima adverso, sabiendo que la lluvia no era más que un detalle insignificante en comparación con la calidez de su amistad.

Después de un rato, el camarero se acercó a la mesa para preguntarles si deseaban algo más. Belkys y Susana miraron sus platos casi vacíos y se dieron cuenta de que se estaban quedando sin tiempo para seguir charlando. Decidieron pedir un postre para prolongar su encuentro y seguir disfrutando de ese momento especial juntas.

Mientras compartían el postre, la lluvia empezó a disminuir, dejando espacio para algunos tímidos rayos de sol que se filtraban entre las nubes. El ambiente se iluminó de repente, como si la luz del sol fuera un reflejo de la chispa de alegría que brillaba en los ojos de Belkys y Susana.

Después de pagar la cuenta, Belkys y Susana se levantaron de la mesa con la certeza de que aquel almuerzo había sido un momento único e inolvidable. Se abrazaron con cariño y se prometieron no dejar pasar tanto tiempo antes de volver a encontrarse.

Mientras caminaban juntas por la calle, ahora bañada por el sol de la tarde, Belkys y Susana se despidieron con una sonrisa en los labios y un brillo especial en los ojos. Sabían que esa tarde lluviosa se convertiría en un recuerdo preciado que atesorarían para siempre, un recordatorio de que la verdadera amistad puede brillar incluso en los días más grises.