—¿Aumento?— dijo el jefe con los brazos cruzados— Mañana te lo digo— agregó botándome de su oficina.

—¡Déjenme, déjenme! — gritó la señora con los ojos hinchados de tanto limpiarse las lagrimas que caigan sin cesar.

Había llorado toda la mañana, su hermana se murió, fue lo que había escuchado más temprano. La mujer le pegada al vidrio del ataúd. Se escuchaba en toda la calle donde se encontraba la funeraria y aún así, no sentía nada…..

—¡¿Oye, quieres ir depues del trabajo a un bar con nosotros?!— dijeron mis compañeros

Negué rotundamente con la cabeza, y me aleje…

—Siempre hablaban mal de mi en mis espaldas, yo no le hice nada…. Odiaran tanto que yo ¿exista?, no se que les hice— dije en voz baja

Prendí la luz de mi casa, solo tenía un baño y el mismo cuarto… Era lo único que tenia

— No — Dijo cortantemente y con frialdad.

— Pero he trabajado desde que tenía 7 años, limpiando el piso, los baños y haciendo la comida — dije en voz baja

—Entiende algo….. nadie te quería en ese orfanato, ni tu familia que te dejó, ni los otros niños, y ni siquiera las monjas que te cuidaban, ¡Nadie!— dijo con un tono ascendiente, poniendo sus manos en el escritorio, mientras estaba parado

Era cierto….. solo pude quedarme en silencio, —No sé porque dije eso— me pregunté

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Abrí el clóset, agarré el coleto y me puse a limpiar el piso mientras se oían los llantos de las personas….. No es un ambiente agradable…. Nunca lo fue, y menos para una criatura pequeña que pensaba en que todo iba a ser mejor saliendo del orfanato, pero no fue así

Día tras día veo a cientos y cientos de personas llorando por un familiar, o un amigo. Al principio me sentía mal por ellos, los consolabas, les daba alientos de ayuda, pero ahora….. los ¿envidio? Es un sentimiento que no puedo explicar simplemente, es…. Es extraño. Nunca tuve a nadie con quien tener alegrías, risas, diversión, apoyo, confianza, cariño, amor; alguien en quien apoyarme.

En mis 17 años en esta funeraria he visto muchas cosas, personas muertas de todo tipo de formas y edades, es…. Desagradable, solo quiero huir, huir de este bucle de duelo infinito, de las miles y miles de cruces marcadas en mis ojos, basta de las miles de personas que me cuentan toda su vida junto a esa persona. Basta…..

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—¿Me puedes traer café?— Dijo un señor sonriendo

Quedé…. En blanco por un momento, pero reaccioné, le preparé el café y se lo lleve al señor

El señor sonriendo frente el ataúd me dio las gracias

— Debe ser una sonrisa falsa, o no siente nada por la persona que murió— dije en mis pensamientos

— Ven siéntate conmigo un rato— dijo el señor

— Genial dije sarcásticamente a mi mismo — tendré que consolarlo

Estábamos enfrente del ataúd, mirando fijamente, en total silencio

—¿Estas perdido verdad? — dijo el señor mirando fijamente el ataúd

—¿Me habla a mí?— le dije titubeando

—Sí… ya he venido aquí varias veces, desde que eras pequeño, cada vez que vuelvo, tus ojos…. menos luz tienen

……..—me quedé en blanco……

Nos quedamos mirando al frente, no sabia que decirle

Luego de un rato, sin saber que decirle le pregunté

— Usted, que parte de la familia era usted?— dije mientras miraba el ataúd sonriendo dijo — Soy su esposo

Mis iris se pintaron de blanco, como si hubiese visto un fantasma, todo el universo desapareció, eramos él y yo, sentados en una silla. Lo miré fijamente en blanco

—¿Y por qué estas feliz?— le reclame—¿Por qué no estas llorando?

—¿Debería?— me dijo de forma cortante mirando al frente.

—¿Deberías? Claro que debes, eres su esposo, agradecé todo lo que te dio y muestra compasión— le refuté

Sonrió — Una persona tan buena…… no se merece este mundo

………………

Mi mente….. no, no, no sabia…. No sabia que decir

—Ella, ella era luz, nunca le encontré un defecto, su corazón tan bondadoso no merecía este mundo lleno de malicia. Pero…. Al cielo solo llegan personas buenas ¿no?— dijo él empezando a titubear

—Si ella es feliz allá arriba, yo también lo seré. Viví casi toda mi vida con ella, reímos, lloramos, nos apoyamos, pero se fue, el ciclo con ella se acabo….. y eso….. esta bien— dijo mientra una lagrima rebozaba su mejilla

……..

—¿Por qué lloras?— dijo mientras le quitaba la mirada al ataúd para mirarme

—¿eh?—, era cierto, estaba llorando….. no podía… dejar de llorar…

—De felicidad, estoy llorando de felicidad— dije sonriendo mientras a montones las lagrimas caían de mis ojos………..

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—¡Oye!¿Te vas ya, por qué no nos acompañas?— dijeron mis compañeros

—No, gracias — les dije

—¿¡A dónde vas!?— me grito mi jefe saliendo de su oficina

—Lejos de aquí, seguro— le dije con firmeza

Mientras me gritaba que me quitaría la casa, que era mi padre y tenia que obedecerlo

Simplemente…. Caminé hacia adelante, con dolor de terminar un ciclo, una infancia que nunca tuve, una alma a la cual la mandaron a ser adulto.. o un esclavo, por eso no mire hacia atrás, llorando de que perdí gran parte de mi vida, pero…. Solo camine firme hacia un futuro nuevo y seguramente……. prospero.

Gracias por leerme