Era nuestro primer día de escuela, aunque mi hermano Joaquín tenia 8 y yo 7 años, era común empezar a esa edad en las escuelas tipo campamento rurales, nuestro padre era obrero de hacienda y aunque vivíamos en la misma zona él no regresaba a la casa sino hasta la noche, era poco lo que conversábamos con él, mamá se ocupaba del fogón, preparar el maíz y también desgranar los granos que traía mi papá en un saco, estos les eran dados por el dueño de hacienda como parte de su pago, también teníamos otros dos hermanos pequeños, por eso mamá se tenía que quedar en casa y para desgracia nuestra no nos podía llevar el primer día a la escuela.
Realmente no había peligro con los automóviles, pues nuestro camino era mayormente de tierra y transitado sobre todo por personas en burro, bicicleta o a pie, los autos casi siempre eran de los patrones de las haciendas cercanas, el pavimento comenzaba al final del camino de tierra y justo al otro lado de este estaba la escuela según nos indicó mamá, pero aún así era un camino de una hora al menos. Yo tenía mucho miedo, confiaba en que mi hermano me protegiera de cualquier serpiente o animal que se cruzara por el camino, pero él apenas era un año mayor así que también podía su miedo.
Cuando llevábamos apenas unos 10 minutos de camino, pudimos escuchar el sonido de un bicicleta junto con una campana que tintineaba, nos alcanzó otro niño o mejor dicho un muchacho de unos 14 años, nos preguntó que si íbamos a la escuela, después de afirmar dijo que el iría al liceo que quedaba un par de kilómetros más delante de la escuela, cruzando el puente de madera, así que nos podría llevar en este tramo, yo por ser más pequeño me senté en la barra de la bicicleta mientras que mi hermano Joaquín se subió en los posapies de la rueda de atrás y se puso erguido sujetando los hombros del chico desconocido, íbamos muy rápido y el viento se sentía fresco en nuestro rostro, mientras reíamos y conversábamos con nuestro nuevo compañero de camino.
El camino se dividía en dos un poco antes de llegar al asfaltado y a la escuela, allí se detuvo nuestro ahora amigo, dijo que hasta allí nos dejaba, que él debía continuar hacia la derecha hacia el liceo y que pronto nos volveríamos a ver. Al regreso de la escuela no lo vimos pero ya no teníamos miedo de caminar solos, pero en las semanas siguientes se convirtió en rutina esperar al muchacho que nos daba la cola, nos dijo que se llamaba Juan Ordóñez y que su padre trabajaba en la misma hacienda que el nuestro, por lo que le tomamos cada vez más confianza.
Hasta que en una mañana no encontramos a Juan, así pasaron muchos días, el rastro de Juan se había perdido por completo, ya ni siquiera se veían las huellas serpenteantes de su bicicleta sobre el polvo amarillo del camino. Preocupados luego de no ver a Juan durante un mes, una noche le preguntamos a mi papá que si sabía por qué Juan Ordoñez no había vuelto al liceo, estupefacto con los ojos vidriosos y casi fuera de su órbita nuestro padre dijo súbitamente, que Juan Ordoñez era el nombre de su mejor amigo que había muerto a los 14 años al caer del puente que lleva al otro pueblo, donde está el único liceo de la zona.
Esta en mi participación en el Concurso Una imagen una historia de @franyeligonzalez de la comunidad World of Xpilar. Invito a participar a @yetsimar @esthersanchez @rosselena
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Saludos amiga @irenenavarroart
Interesante historia, en los campos suelen escucharse muchos cuentos de camino, tal vez esto haya sucedido en algún lugar del mundo donde un joven vuelve a sus andanzas cada cierto tiempo después de su muerte.
Buena participación, le deseo éxitos.
Muchas gracias @adeljose, es cierto tanto mi mama como mi papa eran de campo y siempre me contaban historias de apariciones. Saludos 🤗
Saludos amiga @irenenavarroart muy bonito relato el que nos compartes la inocencia de los niños muchas veces es aprovechada por malas personas sin embargo ellos no tuvieron miedo y aceptaron la compañía se ese extraño que se convirtió en su ángel guardián, cómo también soy del campo mi vida está llena de historia como la que nos compartes, gracias por la invitación a participar voy a preparar mi participación
Me alegra que te haya gustado, esa era la idea que se viera como una alma protectora. Saludos y espero leerte 😉
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Muchas gracias por el apoyo 🥰
Me gustó esta historia que nos toma de la mano hasta el final con giro misterioso.
Gracias por compartir, te deseo mucha suerte y éxitos.
Muchas gracias 😊 Saludos
Hola querida amiga, vaya, que buena historia jejeje, de esas historias que nos cuentan en el campo, recuerdo que cuando era niña me la pasaba en apure jejeje, y siempre escuchaba historias de apariciones, pero bueno, nunca me pasó nada. Aunque siempre he pensado que de que vuelan vuelan jajajajaja.
Gracias por participar, saludos!!😊🌷
Jaja pero al menos esta era una buena aparición. Muchas gracias 🥰 Saludos
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