Ruido
El ruido es siempre distorsión y anomalía, ya que repercute en todo sistema y lo desvirtúa, haciendo que al final no sirva nada donde interviene.
Inherente al error, flujos parásitos,
hace una cosa sola, hace que todo funcione mal.
Fue ese día tan ruidoso que mis oídos no pudieron escapar a ese ruido,
y ahora no deja de alterar el todo.
Los días y los momentos fueron todos cambiados,
perdieron su curso natural, se volvieron ecos vacíos,
cada segundo perdido en una vibración innecesaria.
La calma se desvaneció, y la paz se esfumó en un sinfín de ruidos.
Y ¿qué hacer para corregir distorsiones asincrónicas?
¿Cómo restaurar la armonía cuando todo suena desafinado?
Es tan hondo, tan profundo,
y aún no hay manera de parar el ruido,
no hay aislante, sigue resonando en cada rincón,
como una sombra que nunca se aleja.
Los momentos se estiran y se distorsionan,
el tiempo ya no fluye, se arrastra entre estruendos,
las palabras se vuelven vacías, los pensamientos se pierden en el caos.
El alma parece atrapada en una rueda sin fin,
donde todo está distorsionado,
todo está fuera de lugar,
todo está envuelto en ruido.
Pero ¿es posible callar este estruendo?
¿Es posible restablecer el orden en el caos?
Quizás, en algún rincón olvidado de la mente,
existe la clave para silenciar el ruido,
para volver a la esencia,
para restituir el equilibrio,
donde nada se pierda,
donde todo vuelva a su sitio y ya ningun ruido rebote en mi alma y por fin encuentre el silencio y la paz.