En la soledad de una habitación fría, en algún lugar desconocido se encuentra Ana Elisa. Ella era una chica alegre que salía a fiestas con sus amigas y un día conoció un hombre que la impacto con su sonrisa.

Pasó poco tiempo y la joven quiso compartir su vida al lado de aquel hombre. Sus padres no estuvieron de acuerdo pero ella les reprocho que no se metieran en su vida, y que se olvidaran de ella. Porque se marcharía y no quería que la buscaran.

Ana Elisa se fue a París con aquel hombre que apenas conocía, estaba emocionada, pero en el aeropuerto su teléfono sonaba, era su madre que le decía que por favor lo pensará, pero ella, sin responderle le colgaba, fueron muchas llamadas y ninguna tuvo respuesta.

Así emprendió su viaje y llegó a una enorme casa. Se sorprendió un poco porque por todos lados estaba custodiada por hombres armados fue entonces cuando comenzó su pesadilla.

Era una casa de citas, y el hombre de sus sueños era quien reclutaba a las niñas. Viajaba por el mundo a buscarlas para luego encerrarlas , en aquella habitación fría donde entraban y salían hombres cada día, algunos sólo le daban caricias, pero otros golpes y torturas que la dejaban inconsciente y cuando despertaba se preguntaba ¿dónde estaba Ana Elisa?

Ya sus captores no se preocupaban por dejarle a su lado el teléfono, porque Ana Elisa no se atrevía a llamar, y como ella se los pidio, sus padres nunca más la llamaron.