the guilt left behind || La culpa quedó atrás
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We have learned that thanks to the feeling that we can repent and lend hands to hold on to eternal life in Christ, in this way, when facing guilt, we leave slavery to walk in joyful newness of life by God's grace and forgiveness.
12 I write to you, little children, because your sins have been forgiven you through his name. 13 I write to you, fathers, because you have known him who is from the beginning. I write to you, young people, because you have defeated the evil one. I am writing to you, little children, because you have known the Father. 14 I have written to you, fathers, because you have known him who is from the beginning. I have written to you, young people, because you are strong, and the word of God abides in you, and you have overcome the evil one.
1 John 2.12-14
From the moment we receive Christ in our hearts because of repentance and faith, we are forgiven of all our sins and God will never remember them again since all of them have been carried on the cross by the same process and He received God's wrath as a punishment for that, for that reason why do you continue to be ashamed of what God has left behind?
We must be realistic, the devil at all times looks for the opportunity to accuse us many of those opportunities uses those transgressions that have now been delivered and confessed to God, we must have full certainty and security that God is not forgiven, now we must forgive ourselves to leave behind our own slavery and the accusatory arguments of satan.
Let us always remember that the feeling of guilt comes from what we believe is wrong, or from our sinful action, unlike: the accusations come from Satan and are with the purpose of ashaming us and doubting God's grace and love. .
We have the remedy or solution to that feeling of guilt, we must accept it, treat it quickly, we must finish and neutralize all the work of the enemy, trusting fully in the grace and power of God's forgiveness.
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Hemos aprendido que gracias al sentimiento de podemos arrepentirnos y echar manos para asirnos de la vida eterna en Cristo, de esta manera, al enfrentar la culpa dejamos la esclavitud para andar en novedad de vida gozoso por la gracia y el perdón de Dios.
12 Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. 13 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. 14 Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.
1 Juan 2.12-14
Desde el momento que recibimos a Cristo nuestro corazón por causa del arrepentimiento y fe, somos perdonados de todos nuestros pecados y Dios nunca más se acordará de ellos ya que todos estos han sido cargados en la cruz por el mismo proceso y recibió como castigo la ira de Dios por eso, por esa razón ¿por qué sigues avergonzando de aquello que Dios ha dejado atrás?.
Debemos ser realistas, diablo en todo momento busca la oportunidad para acusarnos muchas de esas oportunidades utiliza aquellas transgresiones que ahora ya han sido entregadas y confesado a Dios, debemos tener la plena certeza y seguridad que Dios no está perdonado, ahora nosotros debemos perdonarnos a nosotros mismos para dejar atrás a nuestra propia esclavitud y los argumentos acusatorios de satanás.
Recordemos siempre que el sentimiento de culpa viene por aquello que creemos que está mal, o por nuestra acción pecaminosa, a diferencia: las acusaciones vienen de parte de Satanás y son con el propósito de avergonzarnos y dudar acerca de la gracia y el amor de Dios.
Tenemos el remedio o solución a ese sentimiento de culpa, debemos aceptarlo tratarlo de manera rápida, debemos finalizar y neutralizar toda obra del enemigo confiando plenamente en la gracia y poder del perdón de Dios.
Muchas Gracias por compartir esta lectura, deseo que el Espíritu Santo de Dios traiga revelación de su palabra a nuestras vidas.
