Quien no ha conocido a los Dukenver, si es de dominio popular sus inicios y rápido crecimiento en el mundo empresarial, pues casi todas la compañías importantes del lugar fueron fundada por ellos.

Hace 30 años María, la madre de Marcos y Daniel había adquirido una pequeña propiedad, en una zona poca poblada del pueblo, siendo viuda, había iniciado un pequeño café en su hogar, en el servía comidas sencillas, pero el plato principal eran los postres.

Inicialmente, los habitantes del sitio dieron por sentado que el pequeño café cerraría a pocos días de su apertura, puesto que la mayoría tenía por costumbre realizar sus comidas en el hogar. Sin embargo, la curiosidad de conocer el sitio hizo del día de inauguración un éxito total, tras la visita de numerosos vecinos que quedaron encantados por la buena comida, la decoración y sobre todo la atención de los Dukenver, que ofrecían un ambiente ameno para quien los visitara.

Aunque los días subsiguientes presentaron menor clientela, el café siempre tenía todas sus mesas llena, con clientes entrando y saliendo con alta frecuencia. No tardo en crearse competencia en los alrededores, nuevos locales de mayor espacio, lujos o mejores precios abrieron y cerraron, mientras el pequeño café no vio decaer sus ventas.

Era común ver que personas de pueblos aledaños, se acercaban al sitio solo para tomar su desayuno y partir. A todos extrañaba como el café podía atraer a turistas pues el pueblo quedaba lejano de las principales ciudades.

Un día el diario de Toska, indicó que María pertenecía a una secta, puesto que sus clientes siempre vestían de blanco, este comentario solo provoco que la clientela del café creciera, pues a todos le interesaba el secreto de tanto éxito.

María y sus hijos empezaron a comprar los terrenos cercanos a su casa, expandieron el café con lugares de lectura y espacios para el esparcimiento, adicional a las casas de Marcos y Daniel los que con el pasar del tiempo habían formado su propia familia.

Los habitantes del sitio conocía que en la calle donde vivían los Dukenver, cualquier negocio nuevo prosperaba, así que esta, comenzó a adquirir valor comercial, todos querían comprar al menos pocos metros de la calle para emprender. Sin embargo, ya todas la propiedades presentaban el mismo propietario y este no negociaba venta.

Así poco a poco, nietos y bisnietos de María fundaron bancos, textileras, industrias de alimentos, transporte entre otros. Haciendo del pueblo un punto de referencia para cualquier viajero.

Alguien le pregunto una vez a María como había logrado que su familia tuviese tanto éxito, después de haber iniciado en un origen tan humilde, y adicionalmente porque no vendía ó alquilaba sus propiedades. Ella luego de un largo silencio respondió, el secreto de mi éxito ha sido la oración, todo proyecto fue consultado con mi padre el creador, así eduqué a mis hijos y ellos a los suyos, no podemos vender o alquilar lo que él nos obsequió.