Viejas Glorias / Old Glories
Un saludo a todos, el siguiente relato fue inspirado por el arte digital de @xpilar, los invito a que visiten su blog. La imagen que motivó este relato es la siguiente.
Greetings to everyone, the following story was inspired by the digital art of @xpilar, I invite you to visit his blog. The picture that motivated this story is the following.
Fuente / Source
Español
Viejas Glorias
—Aquí estas, oh, obra cumbre del reinado del hombre —dijo Viggo, mientras extendía sus brazos como quien quiere abrazar el paisaje. Frente a él, las ruinas de una antigua ciudad, devoradas por la selva, se extendían hasta donde alcanzaba la vista.
—Cuanto dramatismo para un vulgar saqueador —respondió Neil sardónico.
—No soy un saqueador, soy un arqueólogo aficionado y comerciante de artículos históricos —continuo Viggo, afianzando las correas de su mochila y empezando a descender la cuesta. —Continuemos, en aquella dirección deben estar los restos de la carretera.
Varios cientos de metros adelante, abriéndose paso en medio de una tupida selva, encontraron los restos de una antigua vía pavimentada, continuaron avanzando sobre ellos hasta llegar a un puente derrumbado, que cruzaba un caudaloso rio, oculto por la maleza que crecía en su rivera.
—¿Listo para esto? —dijo Neil.
—Claro, tengo varios días esperando para probar estas cosas —respondió Viggo.
Ambos manipularon el panel de control de su exoesqueleto. —Voy primero —dijo Neil, que retrocedió tres pasos en el pavimento, dio dos grandes zancadas corriendo hacia adelante y saltó en el borde del puente, los músculos hidráulicos del exoesqueleto, le dieron un explosivo impulso que lo elevó, más de diez metros hacia arriba y unos veinte hacia adelante y ya en el aire, dos pequeñas toberas le dieron un impulso extra que lo llevó quince metros más allá del otro extremo del puente, donde nuevamente los músculos del exoesqueleto, amortiguaron la caída.
—¿Qué tal el vuelo? —grito Viggo, al verlo caer al otro lado.
—Maldición, no veo el momento de hacerlo de nuevo de regreso —respondió Neil, jadeante.
Luego de cruzar el rio y recorrer otros diez kilómetros, estaban ante las puertas de Ágape 1, la antigua ciudad capital de este mundo abandonado. Un vestigio de las primeras colonizaciones humanas desde Perseo, cuando cualquier planeta que reuniera un mínimo de condiciones, era colonizado, muchas veces en cuevas, en ciudades bajó cúpulas o incluso en poblados formados por edificaciones herméticas.
Varios milenios antes, Ágape 1, fue una ciudad de gigantescos edificios, cubiertos por una gran cúpula como la de las ciudades de Perseo, pero su esplendor era mayor. Fue un centro de vacaciones de lujo, con los más exclusivos hoteles, parques, casinos y centros de compras, pero con la aparición de las nuevas colonias; mundos terraformados, más adecuados para ser habitados, y las exclusivas estaciones espaciales de entretenimientos, Agape 1, paso de moda y poco a poco se fue consumiendo en el olvido, hasta que fue finalmente abandonada por completo varios milenios en el pasado.
—Maldita selva se traga todo lo que está en su camino —dijo Viggo, mientras trastabillaba al tropezar con una raíz. —Y pensar que este mundo lo abandonaron por no ser habitable.
—Sí, pero milenios después, gracias a la presencia de bacterias y plantas, dejadas por los antiguos colonos se volvió medianamente habitable —respondió Neil.
—Si ya se y con el tiempo crecieron selvas tropicales en todas las regiones ecuatoriales —continuó Viggo, en tono aburrido. —¿Seguro que no hay animales peligrosos aquí?
—Claro que no —respondió Niel. —Nunca se introdujeron animales a este ecosistema, sólo las plantas, bacterias, moho y otras cosas así que se filtraron desde las ciudades cuando las cúpulas colapsaron.
—¿Estás seguro de eso? —insistió Viggo, deteniéndose y señalando en sentido a unos arbustos a su derecha, donde lo que parecían una pila de unas doscientas esferas del tamaño de una pelota de tenis, de color amarillento y superficie de apariencia gelatinosa, se asomaba.
—Maldición, ¿qué es eso? —dijo Niel, retóricamente. —Es algún tipo de nido —continuó, respondiéndose a si mismo. —Pero no se supone que aquí haya animales grandes, sólo microorganismos.
—Esto ya no me parece tan buena idea amigo, porque mejor no nos vamos —dijo Viggo, con voz entrecortada.
—Olvídalo, debe ser algún tipo de ave o algo así, vamos a terminar esto rápidamente y nos iremos por donde vinimos.
Continuaron avanzando hasta llegar a un gran edificio, que se veía muy en pie, como para tener varios milenios abandonado, se trataba del antiguo casino Orfeo, el más lujoso y rico en su tiempo, la leyenda dice que la bóveda del Orfeo, aun contiene varios cientos de miles de créditos en oro y joyas, resguardadas en cajas privadas de sus antiguos huéspedes.
Pero no era esa leyenda la traía a Niel y Viggo a este lugar, por el contrario era algo de aun mayor valor y más fácil de transportar, veinte celdas de dos kilogramos de antihidrógeno que alimentaban el reactor de antimateria del hotel, y que según parecía acababan de ser instaladas, al momento del cierre del mismo, si esto era cierto y su contenido aun se encontraba intacto, estas veinte celdas tendrían un valor de al menos un millón de créditos, cada una, en el mercado negro.
Abriéndose paso entre la maleza que crecía en la antigua sala principal del casino, llegaron a las escaleras que bajaban al sótano y descendieron por ella, pero al llegar al final de la misma encontraron otro nido como el de antes, con otro par de cientos de los extraños huevos sobre él, lo rodearon, no sin que antes, Viggo volviera a expresar su deseo de irse de aquel lugar.
—Ya casi terminamos con esto, en el próximo nivel debe estar la sala de máquinas ahí estará el reactor y las celdas —dijo Niel, pero tras decir estas palabras, una criatura del tamaño de una tortuga de tierra, parecida a algún tipo de escarabajo gigante, corrió frente a ellos ocultándose entre las raíces que descendían por las paredes y cubrían el piso del sótano.
—¿Pero que mierda fue eso? —dijo Viggo alarmado.
—Creo que encontramos al dueño de los nidos, debe ser algún tipo de insecto que evolucionó en este lugar —respondió Niel, sin prestar mucha atención a la cosa.
Bajaron al siguiente nivel y en efecto ahí se encontraba el reactor, se dirigieron al banco de celdas y empezaron a trabajar, debían lograr abrir la puerta retenedora, que al no haber energía debía hacerse manualmente, pero con sierras cortadoras de metal, pues hacerlo con las antorchas de plasma, habría sido peligroso, pero mientras trabajaban Viggo no paraba de ver en todas direcciones.
—Esto no me gusta Niel, siento que algo nos observa desde alguna parte —dijo con vos temblorosa.
—Debe ser la cucaracha gigante de hace un rato, tranquilo, ya casi nos vamos —respondió Niel, mientras terminaba de abrir la puertezuela con la sierra. —Lo ves, ya terminé.
Abrió la portezuela y las miró, ahí estaban las veinte celdas de antihidrógeno, todas ellas parecían intactas, sólo bastaba saber si en realidad estaban casi cargadas, Niel oprimió el botón de prueba de una de ellas, y su diminuto panel se iluminó indicando carga del 98%.
—Maldición si están cargadas, vamos a ser ricos, Viggo —dijo emocionado.
—En serio, todas — preguntó Viggo, incrédulo.
—Claro, ellas se drenan simultáneamente, si una tiene casi toda su carga, todas tienen la misma carga —explicó Niel. —Abre la mochila, vamos a cargarlas, diez tu y diez yo, para compartir el peso.
Empezaron a retirar las celdas del tamaño de un comunicador persona, cada uno de alrededor de los dos kilos y medio de peso, y a meterlas en las mochilas, cuando un leve zumbido se escucho desde el fondo de la sala.
—¿Que fue eso? —preguntó Viggo, apuntando su lámpara en la dirección de donde provino el sonido.
—Debe ser la cucaracha, apúrate para poder irnos —respondió Niel.
Casi habían recogido todas las celdas, cuando el zumbado se repitió con aun más intensidad. Viggo volvió a apuntar en dirección al fondo de la sala, y tuvo la impresión de ver moverse a las raíces que cubrían las paredes.
—Hay algo ahí, las raíces se movieron —dijo.
Niel, apuntó su lampara en la misma dirección y recorrió la pared. —Sólo raíces, ahí no hay na… — casi completaba la frase, cuando vio como las raíces parecieron moverse. Fue entonces que ambos iluminaron en la misma dirección y vieron como la figura de una extraña criatura con aspecto de tronco de árbol, con cuatro largas patas de unos dos metros de alto, estiraba lo que parecía su cabeza y abría una especie de gran boca parecida a un pico, pero con la apariencia de ser carnosa y viscosa, de ella se asomaba una larga lengua que pareció apuntarles, justo cuando lanzó un estridente alarido.
Los dos hombres se vieron las caras y lo único que paso por sus cabezas fue empezar a correr en dirección de la escalera, que por suerte estaba al lado contrario de la habitación, sin terminar aun de recoger todas las celdas, pero con la mayoría de ellas en sus mochilas, corrieron por las escaleras y llegaron al nivel superior, sonde a sus constados vieron a otras dos criaturas similares que también parecían estar mimetizadas con las raíces.
Atravesaron corriendo el otro nivel del sótano y llegaron a la escalera, pero al pasar por el nido que, con cuidado, habían rodeado antes, lo pisaron rompiendo en el acto, algunos huevos, que resultaron ser blandos y viscosos, sin detenerse a pedir disculpas, continuaron corriendo, mientras oían como, el interior del sótano detrás de ellos se volvía un alboroto de estridentes alaridos.
Salieron a la superficie y abandonaron rápidamente el edificio, corrieron unos cien metros ayudados por los exoesqueletos y se detuvieron para ver atrás, observaron como a través de los antiguos ventanales del casino se veían los movimientos violentos de las criaturas a la vez que se escuchaban sus chillidos.
—Activa el impulso al máximo y corramos a todo lo que esto de, hacia la nave —dijo Niel, jadeante.
—No tienes que repetirlo —respondió Viggo, mientras empezaba a manipular el control de su exoesqueleto.
Ambos salieron a la carrera de aquel lugar, volvieron a saltar sobre el puente y rápidamente volvieron sobre sus pasos hasta llegar a la parte superior de la colina donde había dejado la pequeña nave rentada en la que había venido, al subir pudieron ver como más de una docena de las horrendas criaturas, se abrían paso a los golpes entre la selva, en dirección hacia ellos.
—Vámonos rápido, que ya casi están aquí —grito Viggo, mientras veía a Niel activar los instrumentos de la nave.
Cuando las criaturas estaban por alcanzarlos, la nave salió despedida hacia arriba, dejándolas atrás en la superficie del planeta, pero cuando creyeron que se habían librado de ellas, vieron como los seres que a la luz del día tenían el aspecto de una mantis religiosa, pero de uno tres metros de alto y sólo cuatro larga patas, extendieron cuatro alas parecidas a las de una libélula y también levantaron vuelo, persiguiéndolos.
—Aun nos siguen, esos bichos vuelan —. Exclamó Viggo, viendo como las criaturas continuaban a su caza.
—Ya casi ascendemos a donde los niveles de oxígeno son demasiado bajos como para respirar y el aire muy tenue como para que puedan volar aleteando —respondió Niel.
Luego de unos segundos de ascenso vieron como las criaturas se quedaban atrás, volando en círculos, varios cientos de metros bajo la nave, que continuaba alejándose.
—Listo ya no podrán seguirnos —fue lo último que dijo Niel. Tras ellos, las criaturas empezaron a lanzar explosivas emanaciones de un químico corrosivo desde sus colas. Los extraños proyectiles de la sustancia, se elevaban como escupitajos, a velocidades descomunales, y empezaron a impactar en la nave, haciéndola estallar en el aire.
Aparentemente satisfechas por cumplir con su cometido, las criaturas volaron hasta las ruinas de la ciudad y se volvieron a internar en el edificio del casino Orfeo, donde cientos de ellas habían formado una colmena.
English
Old Glories
-Here you are, oh, crowning work of man's reign," said Viggo, as he stretched out his arms as if to embrace the landscape. In front of him, the ruins of an ancient city, devoured by the jungle, stretched as far as the eye could see.
-How dramatic for a common looter," Neil replied sardonically.
-I'm not a looter, I'm an amateur archaeologist and dealer in historical items," continued Viggo, fastening the straps of his backpack and starting down the slope. -Let's continue, in that direction should be the remains of the road.
Several hundred meters ahead, making their way through a dense jungle, they found the remains of an old paved road, they continued advancing on them until they reached a collapsed bridge, which crossed a mighty river, hidden by the undergrowth that grew on its banks.
-Ready for this? -said Neil.
-Sure, I've been waiting several days to test these things," answered Viggo.
They both manipulated the control panel of their exoskeleton. -I'm going first," said Neil, who took three steps back on the pavement, took two big strides running forward and jumped on the edge of the bridge, the hydraulic muscles of the exoskeleton gave him an explosive impulse that lifted him more than ten meters up and about twenty forward and already in the air, two small nozzles gave him an extra boost that took him fifteen meters beyond the other end of the bridge, where again the muscles of the exoskeleton cushioned the fall.
-How was the flight? -Viggo shouted, seeing him fall to the other side.
-Damn, I can't wait to do it again on the way back," answered Neil, panting.
After crossing the river and traveling another ten kilometers, they were at the gates of Agape 1, the ancient capital city of this abandoned world. A vestige of the first human colonizations since Perseus, when any planet that met a minimum of conditions, was colonized, often in caves, in cities under domes or even in villages formed by hermetic buildings.
Several millennia before, Agape 1, was a city of gigantic buildings, covered by a large dome like the cities of Perseus, but its splendor was greater. It was a center of luxury vacations, with the most exclusive hotels, parks, casinos and shopping centers, but with the appearance of the new colonies; terraformed worlds, more suitable to be inhabited, and the exclusive space stations of entertainments, Agape 1, went out of fashion and little by little it was consumed in the oblivion, until it was finally abandoned completely several millennia in the past.
-Damn jungle swallows everything in its path," said Viggo, as he stumbled as he tripped over a root. -And to think that this world was abandoned as uninhabitable.
-Yes, but millennia later, thanks to the presence of bacteria and plants left by the ancient colonists, it became moderately habitable," Neil replied.
-Yes, I know, and eventually rainforests grew in all the equatorial regions," Viggo continued in a bored tone. -Are you sure there are no dangerous animals here?
-Of course not," Niel replied. -Animals were never introduced to this ecosystem, only plants, bacteria, mold and other such things that seeped in from the cities when the domes collapsed.
-Are you sure about that? Viggo insisted, stopping and pointing in the direction of some bushes to his right, where what looked like a pile of about two hundred tennis ball-sized spheres, yellowish in color and with a gelatinous-looking surface, loomed.
-Damn, what's that? -said Niel, rhetorically. -It's some kind of nest," he continued, answering himself. -But there aren't supposed to be large animals here, only microorganisms.
-This doesn't seem like such a good idea anymore, my friend, why don't we just leave," said Viggo, his voice cracking.
-Forget it, it must be some kind of bird or something, let's finish this quickly and go back to where we came from.
They continued advancing until they reached a large building, which looked very well standing, as if it had been abandoned for several millennia, it was the old Orpheus casino, the most luxurious and richest in its time, the legend says that the vault of the Orpheus, still contains several hundred thousand credits in gold and jewels, kept in private boxes of its former guests.
But it was not that legend that brought Niel and Viggo to this place, on the contrary it was something of even greater value and easier to transport, twenty two kilogram cells of antihydrogen that fed the hotel's antimatter reactor, and that it seemed had just been installed, at the time of its closure, if this was true and its contents were still intact, these twenty cells would have a value of at least one million credits each on the black market.
Making their way through the undergrowth that grew in the old main room of the casino, they reached the stairs leading down to the basement and descended it, but when they reached the end of it they found another nest like the one before, with another couple of hundred of the strange eggs on it, they surrounded it, but not without Viggo expressing his desire to leave that place.
-We're almost done with this, on the next level should be the engine room there will be the reactor and the cells," said Niel, but after saying these words, a creature the size of an earth turtle, resembling some kind of giant beetle, ran in front of them hiding among the roots that descended down the walls and covered the basement floor.
-What the hell was that? -said Viggo in alarm.
-I think we found the owner of the nests, it must be some kind of insect that evolved in this place," answered Niel, not paying much attention to the thing.
They went down to the next level and indeed there was the reactor, they went to the bank of cells and began to work, they had to open the door retainer, which in the absence of energy had to be done manually, but with metal cutting saws, because doing it with the plasma torches would have been dangerous, but while they worked Viggo did not stop looking in all directions.
-I don't like this, Niel, I feel that something is watching us from somewhere," he said with a trembling voice.
-It must be the giant cockroach from earlier, don't worry, we're almost leaving," answered Niel, while he finished opening the door with the saw. -You see, I'm done.
He opened the door and looked at them, there were the twenty antihydrogen cells, all of them seemed intact, it was only enough to know if they were really almost charged, Niel pressed the test button of one of them, and its tiny panel lit up indicating 98% charge.
-Damn if they're charged, we're going to be rich, Viggo," he said excitedly.
-Really, all of them," asked Viggo, incredulous.
-Of course, they drain simultaneously, if one has almost a full charge, they all have the same charge," explained Niel. -Open the backpack, let's load them, ten you and ten me, to share the weight.
They began to remove the communicator-sized cells, each weighing about two and a half kilos, and put them in the backpacks, when a faint buzzing sound was heard from the back of the room.
-What was that? -Viggo asked, pointing his lamp in the direction the sound came from.
-It must be the cockroach, hurry up so we can leave," answered Niel.
They had almost collected all the cells, when the buzzing sound was repeated with even more intensity. Viggo pointed again in the direction of the back of the room, and had the impression of seeing the roots covering the walls move.
-There's something there, the roots moved," he said.
Niel pointed his lamp in the same direction and scanned the wall. -Just roots, there's nothing there..." He almost completed the sentence, when he saw how the roots seemed to move. It was then that they both shone the light in the same direction and saw how the figure of a strange creature with the appearance of a tree trunk, with four long legs about two meters high, stretched out what looked like its head and opened a kind of large mouth similar to a beak, but with the appearance of being fleshy and slimy, from it a long tongue that seemed to point at them, just as it launched a shrill shriek.
The two men saw each other's faces and the only thing that went through their heads was to start running in the direction of the stairs, which luckily was on the opposite side of the room, without finishing yet to collect all the cells, but with most of them in their backpacks, they ran down the stairs and reached the upper level, where they saw two other similar creatures that also seemed to be mimicked with the roots.
They ran through the other level of the basement and reached the stairs, but as they passed by the nest that they had carefully surrounded earlier, they stepped on it, breaking on the spot, some eggs, which turned out to be soft and slimy, without stopping to apologize, they continued running, while they heard how the inside of the basement behind them became an uproar of shrill screams.
They came to the surface and quickly left the building, they ran about a hundred meters helped by the exoskeletons and stopped to look behind, they watched as through the old casino windows they could see the violent movements of the creatures while listening to their shrieks.
-Activate maximum impulse and let's run as fast as we can towards the ship," said Niel, panting.
-You don't have to repeat that," replied Viggo, as he began to manipulate the control of his exoskeleton.
They both ran out of that place, jumped back over the bridge and quickly retraced their steps until they reached the top of the hill where they had left the small rented ship in which they had come, as they climbed they could see how more than a dozen of the horrendous creatures were making their way through the jungle, heading towards them.
-Let's go fast, they're almost here," Viggo shouted as he watched Niel activate the ship's instruments.
When the creatures were about to reach them, the ship flew upwards, leaving them behind on the surface of the planet, but when they thought they had got rid of them, they saw how the beings that in the light of day looked like a praying mantis, but about three meters high and with only four long legs, spread four wings similar to those of a dragonfly and also took flight, chasing them.
-They're still following us, those bugs are flying. Viggo exclaimed, watching as the creatures continued their chase.
-We're almost up to where the oxygen levels are too low to breathe and the air is too thin for them to fly fluttering," answered Niel.
After a few seconds of ascent they saw how the creatures were left behind, flying in circles, several hundred meters below the ship, which continued to move away.
-They will not be able to follow us anymore," was the last thing Niel said. Behind them, the creatures began to launch explosive emanations of a corrosive chemical from their tails. The strange projectiles of the substance, rising like spittle, at enormous speeds, began to impact the ship, making it explode in the air.
Seemingly satisfied with accomplishing their task, the creatures flew to the ruins of the city and flew back into the Orpheus casino building, where hundreds of them had formed a hive.
Sólo me queda agradecer a @xpilar por permitirme usar su arte digital en mi publicación y por motivarla. Muchas Gracias @xpilar
Gracias a todos por visitar mi publicación, espero sus comentario y agradezco su apoyo, hasta la próxima
I can only thank @xpilar for allowing me to use his digital art in my publication and for motivating my creation. Thank you very much @xpilar
Thank you all for visiting my publication, I hope your comments and I appreciate your support, until next time
Thank you for a frightening but wonderful story
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Saludos amigo @amart29
Como siempre, compartiendo una buena historia.
Gracias por su participación.