Estimado amigo.
Pudiera hacer mías muchas de sus palabras e igual conozco la frustración. Para escribir se necesita ser de otra pasta que no todos tienen. Porque lejos de creer que solo es ir hilvanando palabras, es crear, es vivir, es inspirar. Pero también es de soledad, de desamor, de sacrificios y de batallas libradas contra el yo de la insatisfacción. La página en blanco atemoriza. El miedo a creer que somos grandes escritores y tal vez no lo somos. Y luego está la afinidad. El mundo se ha vuelto muy rápido y lúgubre. Apenas tenemos amigos (verdaderos) y pocos (algunos elegidos) todavía disfrutamos de hojear un libro y sentir el olor del papel y la tinta (ese olor a nuevo)
Quizás necesitamos ayuda, lograr conectar con más personas que, lejos de votos, escriban entre ellos, porque aman las letras o el arte de contar. Siempre es muy motivador que nos reconozcan lo que con tanto esfuerzo hemos logrado escribir.
Sin más, me apunto a recibir comentarios. Tenga mi amistad. Tómela como una bandera en un sitio puro y fresco.
Escriba siempre, que del alma nacen todas la cosas que merecen la pena.
Leo.