El hombre que no se levantaba del trono: Una historia más común de lo que pensamos.

Era una mañana cualquiera, cuando el Dr. Ramírez, un médico con más paciencia que un santo, recibió en su consulta a un paciente muy peculiar y que, en su diario hablar, usaba palabras ocurrentes para no decir ninguna grosería.

El tipo se llamaba Oneray, un hombre que entró con andar extraño, como si tuviera un secreto incómodo entre los cachetes de la… retaguardia. Con un poco de dificultad, logró sentarse en la silla, pero algo de ladito, y después de un corto suspiro, dijo:

—Doctor, vengo porque estoy sintiendo algo raro allá atrás, al final de la espalda, en el área 51… en la zona de la sombra donde jamás ha dado el sol. Es como si tuviera una canica mal ubicada. En Maracaibo le decimos metra.

_{Doctor, tenemos un problema. Fuente}

El doctor, conteniendo la risa, se acomodó los lentes, y aclarando su garganta, expresó.

—¿Desde cuándo estáis sintiendo eso?

—Desde hace días, pero anoche, mientras estaba en mi trono, me di cuenta de que la cosa se puso más seria.

—¿Trono?

—Sí, el inodoro, doctor, en el sanitario, o como le decía mi abuela, en el guate. Es mi templo de paz. Me relajo, veo memes, videos, a veces hasta leo noticias o me pongo a responder los mensajes que me llegaron durante el día; aprovecho al máximo cada minuto allí.

El doctor suspiró.

—¿Y cuánto tiempo pasáis ahí, mijito?, dijo con algo de asombro.

—Depende. Si hay buen contenido, fácil 30 minutos, y a veces más.

El doctor cerró la libreta y cruzó los brazos, mirando por encima de sus lentes.

—Oneray, lo que sientes es una hemorroide. Pasar tanto tiempo sentado en el inodoro aumenta la presión en esa zona, inflamando las venas.

Oneray abrió los ojos como dos huevos fritos tirados a un metro en el sartén.

—¡Ar coco! ¿Y ahora qué hago?

—Bueno, primero, reduce tu tiempo en el baño. No más de 10 minutos, porque cuando vais a hacer el dos, no debes tardar ni siquiera un minuto; saliendo el payaso, soltando la carcajada. Segundo, vais a dejar el celular afuera. Tercero, come alimentos que no te vuelvan estreñido para que la naturaleza haga su trabajo, sin necesidad de ver una sesión de YouTube.

_{El Descubrimiento Inesperado Fuente}

Oneray asintió con cara de arrepentimiento, pero imaginando lo que se iba a perder mientras estaba ahí, pero decidido a mejorar su salud.

—Gracias, doctor. Desde hoy, el baño será solo para lo esencial.

Pero en su mente pensó… "Solo un videíto corto no hace daño."

¿Te identificas con este cuento?

Pues, es algo muy común, principalmente, en personas con problemas de estreñimiento, ya que, necesitan más tiempo para sacar aquello que rápidamente metieron en sus cuerpos, sin embargo, esto, al no ser un mecanismo natural del cuerpo (hablo del tiempo sentado en el trono) causa algunos problemas como hemorroides, al mantener mucho tiempo una presión en el recto, problemas musculares al adoptar una mala postura, de hecho, hablando entre nos, la postura correcta es estar completamente agachados y no sentados, pues, los sanitarios que tenemos actualmente, no favorecen la defecación, y pasar demasiado tiempo sentados, aumenta el riesgo de sufrir fisuras anales, o peor aún, un prolapso rectal. Hasta tener una trombosis, porque quienes tienen problemas circulatorios, al mantener las piernas dobladas por mucho tiempo, podría dar lugar a coágulos sanguíneos, y ya sabemos lo que esto desencadena, ¿o no?

Así que, si andas en esta onda, es momento de considerar cambiar esta mala práctica.

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