Es cierto que todos estamos destinados a morir, pero está muerte solo afecta a nuestro cuerpo, por otra parte nuestra alma y espíritu pueden continuar su existencia en otro plano o dimensión.

A pesar de saber y entender esto, todos nos resistimos a la idea de separarnos de nuestro seres queridos y ocasionales un gran dolor debido a nuestra muerte, sin embargo, nadie puede evitar este momento.