Hola a todos los usuarios de esta comunidad, hoy quiero compartir con ustedes la historia de una de las mascotas de mi tía Yuraima, es una hermosa loro guacamaya llamada CORA.

Un hermano de mi tía hace 20 años le regalo un pichón de loro, todo desplumado y cabezón, la alimentaban con atol de harina de maíz, hasta que se fue desarrollando y creciendo.
Este tipo de loros en su plumaje por encima es de color verde pero por la parte inferior o al abrir sus alas se puede apreciar su hermoso colorido igual a la de una guacamaya.

Cora es un tipo de loros donde su plumaje por encima es de color verde pero, por la parte inferior o al abrir sus alas se puede apreciar su hermoso colorido, aparte de esto en su cara no presentan plumas sino una membrana blanca, por todas estas características Cora entra en la clasificación de loros verdes guacamaya.

Ella es una lora muy arisca, escandalosa cuando uno está reunido en el solar de la casa impidiendo el fluido de la conversación y aturdiendo a todos los presentes; y uno no puede descuidarse en acercarse a su jaula porque siempre trata de morderlo a uno. Cora solo con mi tía se la lleva muy bien debe ser porque ella era la que la alimento desde muy pequeña, y deja que la pasee por el apartamento encima del hombro de su dueña.

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Cora es un ave tan consentida en la casa que ella la puerta de su jaula siempre está abierta y las ventanas del solar están abiertas y la lora no se escapa para la calle. Es muy divertido ver como la lora juega y corretea a la perrita Ahisha para quitarle el juguete de la perrita, y esta se desquita aprovechando la comida de Cora cuando se le cae al suelo.

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Esta lora le gusta que le den la comida en el pico (boca) come de todo ya que mi tía así la acostumbro desde pequeña, ella come frutas, semillas de girasol, le fascina la masa para arepas, le encanta la torta de auyama, aunque suena irónico pero come pollo a pesar que es una animal de la especie de aves, se puede decir que primo de ella, también come carnes rojas.

En las mañanas hace se escandalo peculiar para pedir su primer bocado del desayuno, su buen trocito de pan. A pesar que la consiento en las mañanas dándole su primer bocado no he podido que sea dócil conmigo, siempre que paso cerca de su jaula trata de picotearme.
Una de sus distracciones es deslizarse por entre los alambres de su jaula, así como cualquier niño columpiándose en uno de las atracciones del parque.

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Esta es la historia que quise compartir con ustedes, que tengan un hermoso y bendecido día.