Un gran saludo a todos los miembros de la comunidad Scouts. Tengo la Cortesía de presentarles mi humilde trabajo al respecto de este significativo valor.

Lo que se conoce como "Buena educación" es precisamente la práctica de la cortesía. Conocer las normas de convivencia dentro de una familia, comunidad, organización, país o nación, es fundamental para mantener un ambiente de trabajo y de actividad armonioso y productivo.

He sido testigo de empresas donde algún empleado es "odioso" ya que trata mal a sus compañeros o se siente superior, y el día que éste falte, el ambiente cambia totalmente. He visto jefes que por ser tales, creen que tienen el permiso o la autoridad para menospreciar o subestimar a los demás, desechan el buen trabajo con falsas exigencias y se enfocan en encontrar los defectos de las personas y de las cosas que otros hacen, todo esto genera un ambiente oscuro y pesado. En cambio, en las organizaciones donde los Líderes son realmente corteses con sus colaboradores, el ambiente de trabajo es muy cálido, acogedor e inmensamente alegre y armonioso.

Bien sea en un espacio abierto o cerrado, bien sea a una sola persona o a un grupo de personas, independientemente que se conozcan o no, el dar las buenas horas (buenos días, buenas tardes, buenas noches) es un gesto de buena fe, de cordialidad, lo que demuestra nuestra buena educación e intenciones.

Llegar a tiempo dice mucho de nosotros, nuestra cultura y educación muchas veces se ve socavada por no llegar a la hora pautada. Esto es un asunto de respeto y cortesía, ya que si tenemos una cita a las 9:00 y llegamos a las 9:05, eso es llegar tarde, si decimos que la reunión debe iniciar a las 4:00 pero decidimos esperar 15 minutos más por que dos o tres de las diez personas convocados no han llegado, eso es faltarle al respeto a los que sí llegaron a tiempo. Se debe tener la cortesía de tomarse el tiempo de llegar 10 minutos antes y de empezar a las horas pautadas.

El vocabulario que se usa ante un grupo de personas dependerá de la educación, el ambiente y las condiciones, sin embargo, nunca se debe perder la decencia, el pundonor y la compostura. No por que los demás hablen con un lenguaje vulgar quiere decir que vamos a comportarnos igual, se puede mantener una buena comunicación sin necesidad de llegar a ello. En otros escenarios, un especialista que va a explicar a unos colaboradores que no conocen de la materia un procedimiento, lo hará usando un lenguaje acorde a su audiencia, evitando usar palabras muy técnicas, tendrá la cortesía de buscar la manera de darse a entender, por ejemplo un médico explicando un diagnóstico sumamente complicado.

Comprender lo que otra persona está diciendo es fundamental para la comunicación efectiva, por lo que se requiere estar atento verdaderamente en eso. Mientras se está en una conversación, observar el teléfono, mirar el reloj, o tomar unas notas mientras otra persona está hablando, demuestra desinterés, una falta de respeto y atención. Hay que tener la cortesía de escuchar con atención y mirar a la persona para entender el mensaje que quiere transmitir.

El trato que damos a los demás debe ser amable, un trato justo, equitativo, cordial, independientemente de las circunstancias, no se debe tratar mal a las personas, sin embargo, la amabilidad se demuestra con acciones, con gestos y/o con palabras. La cortesía de tener un buen gesto hacia los demás, habla de nuestro carácter.

Nuestra apariencia, nuestra vestimenta y nuestro aseo personal siempre dirán mucho de nosotros, al punto de ser tan importante como las palabras y gestos que usamos. La cortesía de asearse antes de recibir alguna visita, de lavarse las manos o asearse los dientes luego de una comida, vestir limpio y arreglado es nuestra mejor carta de presentación.

La manera de comprender los sentimientos de una persona, su estado de salud físico y emocional, nos permite tener un panorama de lo que pueda estar sucediendo ante una situación. Los padres ante los hijos, los Líderes ante sus colaboradores, cuando éstos aprenden a comprender a su gente, entonces pueden saber como tratarlos con cortesía.

Una persona que descubre que una persona tiene un tema sensible, o que determinados gestos pueden alterarla, tendrá la prudencia de evitar esas acciones para no hacer sentir mal a esa persona, eso se llama tener la cortesía de ser prudente.

Saber manejar la presión en determinadas situaciones y mantener la calma, puede evitar caer en discusiones o situaciones incómodas que al final siempre serán resueltas, ese se llama serenidad. Mostrarse sereno no significa mostrarse indiferente.

Espero que sea de utilidad para muchos y que se continúe la práctica de los valores.