#literatura-sc/La residencia

Hola querida comunidad Scouts y sus Amigos. Esta semana me he propuesto traerles una pequeña historia que espero les gustes y deje un mensaje para la reflexión.

Portada editada en PowerPoint con foto de Pexels

Diana era una joven universitaria que tras haber comenzado su carrera de comunicación social gracias a un amigo pudo localizar una habitación de alquiler en una casa de una señora de avanzada edad que para ayudarse económicamente rentaba una de las habitaciones de su casa a un precio muy módico.

La única condición que colocaba la señora era que a la residencia no se podían llevar visitas y la llegada a la casa era a temprana hora, o de lo contrario existía el riesgo que se quedaran fuera sin poder entrar, ya que la llave de la puerta solo la tenía ella.

A pesar de aquellas exigencias a Diana le pareció justo y como no solía ser una muchacha muy trasnochadora o fiestera pronto se ganó el aprecio y la confianza de la señora dueña de la casa.

Diana en la residencia estudiantil-Pexels

Diana solía comer por fuera, pero su presupuesto era muy poco y llegó un momento donde tuvo que hablar con la señora para que le diera la oportunidad de poder usar la cocina para ella hacerse su comida y así poder ahorrar algo, la señora accedió, pero le dijo que en ese caso cocinaría para las dos y que debería tener en cuenta que ella era hipertensa por lo que la comida tenía que hacer siempre falla de sal.

A Diana no le quedó más remedio que aceptar y al cabo de un mes ya se había acostumbrado a comer la comida sin sal y baja en grasa, pero pronto empezó a descompensarse porque por el contrario al ser una muchacha joven y quemar muchas caloría durante el día, necesitaba alimentarse de manera normal y no bajo este régimen al que se había sometido.

A Diana le tocó preparar la comida simple a gusto de la señora-Pexels

Como Diena tocaba varios instrumentos, entre ellos el cuatro y la guitarra, la señora nuevamente le exigió a la muchacha que le acompañara a las celebraciones religiosas a las que ella solía asistir y aunque Diena muchas veces llegaba muy cansada luego de haber estado todo el día en la universidad, no le quedaba otra que acompañar a la señora para evitar cualquier confrontación que la llevara a ser desalojada.

La joven durante un año aguantó aquella situación porque no conseguía una residencia económica que pudiera pagar, pero una tarde hablando con una compañera en la universidad, le dijo que su hermana había terminado estudios y ese mes regresaría para su ciudad y que si ella quería podría compartir la habitación con ella como lo hacía con su hermana y que solo le diera la misma cantidad de dinero que ella le pagaba a la señora por aquella habitación.

Le dijo incluso, que si Diana se encargaba de hacer la comida para todos los que residían en aquella casa no tenía que aportar dinero alguno, sino que por el contrario ellos le darían no solo comida sino un pequeño aporte por su servicio.

A diana le gustó la idea de mudarse con su amiga-Pexles

Diana sintió que la vida le sonreía porque en la otra residencia se sentía como una sirviente, con poca libertad y ahora en esta nueva casa pagaría lo mismo, pero tendría comida, un salario y mayor tiempo para ella porque la residencia quedaba justo en la esquina de la universidad.

A veces pasamos por duros momentos, que tal vez hayan sido experiencias para ir madurando en la vida, pero tarde o temprano la vida nos sonríe trayéndonos grandes oportunidades para nuestro beneficio y éxito.